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Y esto es lo que les ponen en la tele a los niños de cataluña a la hora de merendar.En fin...
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Tuesday, January 31, 2006
Y esto es lo que les ponen en la tele a los niños de cataluña a la hora de merendar.En fin...
Fundación para la defensa de la Nación Española
Desde aquí les deseamos toda suerte de éxitos a esta nueva fundación, pues nos conviene a todos. Darán que hablar, ya lo verán ustedes.
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Comentarios Liberales (XLV)
COMENTARIOS LIBERALES
Las repúblicas
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
31/01/2006
A propósito del futuro de la monarquía constitucional, que es el régimen político español todavía vigente, aunque parezca fatalmente abocado a las quevedianas «presentes sucesiones de difunto», suele decirse que la alternativa a la monarquía es la república.Y siendo aparentemente cierto, nada en el fondo más falso. No hay sino comparar a Gran Bretaña o Australia con Venezuela o el Congo para constatar que lo importante de la forma de Estado no es si el Jefe del Estado es Rey o Presidente electo por tiempo limitado (con poder ejecutivo como en EEUU o representativo como en Alemania) sino si los ciudadanos de ese Estado gozan de libertades reales en un régimen de separación de poderes, con verdadera independencia judicial, pluralismo y libertad de expresión en los medios de comunicación para controlar todos los excesos del Poder. Mientras la monarquía parlamentaria ha mantenido siquiera la ilusión de un futuro estable para todos los españoles, prácticamente nadie se había planteado en serio la República, salvo los separatistas.Una vez que éstos han conseguido la complicidad del Gobierno de España para sus fines disgregadores, es inevitable hablar de República.
Pero, ¿República o repúblicas? España tiene una historia tan larga y tan rica que hasta en las breves experiencias de la I y II Repúblicas hallamos formas muy distintas de Estado: la unitaria, la federal, la cantonal, la masónica a lo mexicano o la popular al estilo soviético. En la época de la Primera República recorrimos las tres primeras, tanto con poder civil como militar.En la Segunda, que es con la que quiere conectar el modelo de ZP y Polanco, hay por lo menos tres modelos: el sectario y masónico del Frente Popular hasta 1933; el de alternativa democrática y unidad nacional del bienio derechista hasta Febrero del 36 y el del Frente Popular Revolucionario a partir de entonces, que resulta difícil de separar de la república controlada por los comunistas que sirvió de modelo para las de la Europa del Este tras la II Guerra Mundial. La pergeñada entre el PRISOE y los naZionalistas catalanes añade dos posibilidades más: que sean varias las repúblicas que nazcan de la voladura del régimen actual y que a su vez puedan separarse o mantenerse confederadas.Este último sería el modelo al que abocaría, en medio del caos, el proyecto de ZP y Polanco. Pero tanto si el Rey favorece esta fórmula de cantonalismo autonómico como si la combate, tanto si la derecha que representa el PP es marginada del todo en el nuevo régimen como si sobrevive peleando autonomía por autonomía, la voluntad de refundar un régimen nacional español, liberal y democrático, producirá, primero en la Derecha y luego en la Izquierda, un proyecto republicano, a su vez unitario o federal.O sea, que nada de República. Repúblicas y de todos los colores.
Las repúblicas
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
31/01/2006
A propósito del futuro de la monarquía constitucional, que es el régimen político español todavía vigente, aunque parezca fatalmente abocado a las quevedianas «presentes sucesiones de difunto», suele decirse que la alternativa a la monarquía es la república.Y siendo aparentemente cierto, nada en el fondo más falso. No hay sino comparar a Gran Bretaña o Australia con Venezuela o el Congo para constatar que lo importante de la forma de Estado no es si el Jefe del Estado es Rey o Presidente electo por tiempo limitado (con poder ejecutivo como en EEUU o representativo como en Alemania) sino si los ciudadanos de ese Estado gozan de libertades reales en un régimen de separación de poderes, con verdadera independencia judicial, pluralismo y libertad de expresión en los medios de comunicación para controlar todos los excesos del Poder. Mientras la monarquía parlamentaria ha mantenido siquiera la ilusión de un futuro estable para todos los españoles, prácticamente nadie se había planteado en serio la República, salvo los separatistas.Una vez que éstos han conseguido la complicidad del Gobierno de España para sus fines disgregadores, es inevitable hablar de República.
Pero, ¿República o repúblicas? España tiene una historia tan larga y tan rica que hasta en las breves experiencias de la I y II Repúblicas hallamos formas muy distintas de Estado: la unitaria, la federal, la cantonal, la masónica a lo mexicano o la popular al estilo soviético. En la época de la Primera República recorrimos las tres primeras, tanto con poder civil como militar.En la Segunda, que es con la que quiere conectar el modelo de ZP y Polanco, hay por lo menos tres modelos: el sectario y masónico del Frente Popular hasta 1933; el de alternativa democrática y unidad nacional del bienio derechista hasta Febrero del 36 y el del Frente Popular Revolucionario a partir de entonces, que resulta difícil de separar de la república controlada por los comunistas que sirvió de modelo para las de la Europa del Este tras la II Guerra Mundial. La pergeñada entre el PRISOE y los naZionalistas catalanes añade dos posibilidades más: que sean varias las repúblicas que nazcan de la voladura del régimen actual y que a su vez puedan separarse o mantenerse confederadas.Este último sería el modelo al que abocaría, en medio del caos, el proyecto de ZP y Polanco. Pero tanto si el Rey favorece esta fórmula de cantonalismo autonómico como si la combate, tanto si la derecha que representa el PP es marginada del todo en el nuevo régimen como si sobrevive peleando autonomía por autonomía, la voluntad de refundar un régimen nacional español, liberal y democrático, producirá, primero en la Derecha y luego en la Izquierda, un proyecto republicano, a su vez unitario o federal.O sea, que nada de República. Repúblicas y de todos los colores.
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Monday, January 30, 2006
Análisis muy acertado
Ocultar la realidad
Por GEES (En Libertad Digital)
Una de las estrategias fundamentales de los Gobiernos de Aznar en la lucha contra el terrorismo fue la movilización de la sociedad. Cada atentado tenía no sólo una dura condena desde las instituciones, sino que iba acompañado de una fuerte respuesta de los ciudadanos. El grito de ¡Basta Ya! simbolizaba el hartazgo de una sociedad democrática que ya había pagado con demasiados muertos la conquista de su libertad y la determinación de una Nación para derrotar al terrorismo con toda la fuerza de la Ley.
El Gobierno de Rodríguez Zapatero ha optado, en sentido contrario, por ocultar a la sociedad los atentados terroristas. Las bombas que atentan contra las instituciones más básicas del Estado no requieren ya condena por parte del Ejecutivo. Es más, se han producido atentados como la explosión del Valle de los Caídos que el Gobierno ha mantenido oculta durante días.
Cada vez que el Presidente del Gobierno habla de paz, ETA coloca un par de bombas. Los artefactos tienen además cada vez mayor carga explosiva y se dirigen contra objetivos más estratégicos como la banda. Se trata ahora de amedrentar a la Justicia como último obstáculo para la claudicación política que planea Zapatero.
El Gobierno ha tenido cierto éxito en esta política. El terrorismo que llegó a ocupar la primera posición en las preocupaciones de los españoles, ocupa ya, según el último barómetro del CIS, la tercera posición y bajando. Se trata de anestesiar la sociedad antes de darle la puñalada de rendirse ante los terroristas. Que los ciudadanos olviden el dolor y el sufrimiento causado por los asesinos, que el terrorismo quede en la memoria colectiva como algo lejano y ajeno. Sólo en ese estado de amnesia colectiva será posible que Zapatero pueda culminar sus planes de claudicación ante ETA.
En esa estrategia es fundamental silenciar a las victimas, aislarlas en su locura, condescender con su dolor, pero despreciarlas políticamente. Cuando las victimas se resisten a ser marginadas a su reserva de merca compasión, entonces no dudan en recurrir a la descalificación, a sembrar la cizaña entre ellas y al sistemático desprestigio de su asociación más representativa.
Hubo un tiempo en que las victimas del terrorismo se enterraban por la noche y a escondidas. Se quería también ocultar a la sociedad española la realidad terrible del terrorismo, para no tener así que asumir las responsabilidades políticas. En la lucha contra el terror, Zapatero nos quiere conducir veinte años atrás, a los denominados años de plomo. Con ello no sólo pisotea la dignidad de las victimas, sino que renuncia al arma más poderosa que existe para derrotar al terror: la voluntad de la sociedad de derrotarlo.
Por GEES (En Libertad Digital)
Una de las estrategias fundamentales de los Gobiernos de Aznar en la lucha contra el terrorismo fue la movilización de la sociedad. Cada atentado tenía no sólo una dura condena desde las instituciones, sino que iba acompañado de una fuerte respuesta de los ciudadanos. El grito de ¡Basta Ya! simbolizaba el hartazgo de una sociedad democrática que ya había pagado con demasiados muertos la conquista de su libertad y la determinación de una Nación para derrotar al terrorismo con toda la fuerza de la Ley.
El Gobierno de Rodríguez Zapatero ha optado, en sentido contrario, por ocultar a la sociedad los atentados terroristas. Las bombas que atentan contra las instituciones más básicas del Estado no requieren ya condena por parte del Ejecutivo. Es más, se han producido atentados como la explosión del Valle de los Caídos que el Gobierno ha mantenido oculta durante días.
Cada vez que el Presidente del Gobierno habla de paz, ETA coloca un par de bombas. Los artefactos tienen además cada vez mayor carga explosiva y se dirigen contra objetivos más estratégicos como la banda. Se trata ahora de amedrentar a la Justicia como último obstáculo para la claudicación política que planea Zapatero.
El Gobierno ha tenido cierto éxito en esta política. El terrorismo que llegó a ocupar la primera posición en las preocupaciones de los españoles, ocupa ya, según el último barómetro del CIS, la tercera posición y bajando. Se trata de anestesiar la sociedad antes de darle la puñalada de rendirse ante los terroristas. Que los ciudadanos olviden el dolor y el sufrimiento causado por los asesinos, que el terrorismo quede en la memoria colectiva como algo lejano y ajeno. Sólo en ese estado de amnesia colectiva será posible que Zapatero pueda culminar sus planes de claudicación ante ETA.
En esa estrategia es fundamental silenciar a las victimas, aislarlas en su locura, condescender con su dolor, pero despreciarlas políticamente. Cuando las victimas se resisten a ser marginadas a su reserva de merca compasión, entonces no dudan en recurrir a la descalificación, a sembrar la cizaña entre ellas y al sistemático desprestigio de su asociación más representativa.
Hubo un tiempo en que las victimas del terrorismo se enterraban por la noche y a escondidas. Se quería también ocultar a la sociedad española la realidad terrible del terrorismo, para no tener así que asumir las responsabilidades políticas. En la lucha contra el terror, Zapatero nos quiere conducir veinte años atrás, a los denominados años de plomo. Con ello no sólo pisotea la dignidad de las victimas, sino que renuncia al arma más poderosa que existe para derrotar al terror: la voluntad de la sociedad de derrotarlo.
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Comentarios Liberales (XLIV)
Je, de paso estamos aprendiendo números romanos ¿eh?. Cuando empecé con el I,II,III no pensé la cosa se fuera a complicar tanto. Un abrazo.
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COMENTARIOS LIBERALES
Dos análisis
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
30/01/2006
Me he leído con atención los artículos de este domingo que firmaban Pedro Jota y Jesús Cacho, por tres razones: porque siempre lo hago, porque no hablaban de Historia egipcia (ni siquiera empresarial) y porque ambos dibujaban una situación del futuro político español coincidentemente pavorosa, sobre todo porque quizás, a la luz de lo que vamos leyendo sobre el Estatuto de Cataluña, aún puede resultar demasiado optimista.
La tesis básica de Pedro Jota es que, dentro del proyecto de liquidación del régimen constitucional español de 1978, el PSOE y sus aliados (resulta indiferente salvo a efectos de marketing, o como dicen en América, mercadeo, que sean Mas y Duran o Carod y Maragall) estuvieron a punto de encontrarse con la voladura interna del PP tras la segunda crisis provocada por Piqué. Recuérdese que la primera fue cuando proclamó que Acebes y Zaplana sobraban al frente del PP porque representaban el «pasado». Lo decía el eficiente ejecutivo de Ercros y de la Administración Pujol, símbolos de futuro.
La importancia de este terremoto interno que en cualquier circunstancia sería un leve temblor con efectos estimulantes pero que en la crisis de régimen provocada por el PSOE alcanzaría el grado 9 en la escala Richter reside, según Pedro Jota, en que el PP es el único instrumento democrático que queda en España para reconducir la situación mediante la derrota electoral de ZP. El modo de conseguirla me resulta ya menos claro que el análisis. Lo único que he entendido es que debe volver a 59 segundos. Pero lo importante es la constatación de que hay en marcha un proceso de liquidación del sistema político actual por otro en el que media España quedaría sin representación política, ya que el propio Parlamento quedaría vaciado de competencias. Adiós libertad.
¿Y quién mandaría?, me preguntaba yo tras leer a Pedro Jota. La única fórmula que veo posible es un Gobierno en la sombra de ZP y los naZionalistas, cuyo poder esencial lo ejercería el Ministerio de Agitprop de Polanco y sus satélites, sean izquierdistas y/o naZionalistas (la izquierda ha hecho suya la liquidación de España), sean derechistas del género egipcio-acomodaticio. Su misión sería cambiarlo todo y convencernos de que no cambia nada. Rubalcaba, claro, al frente. ¿Y las instituciones, empezando por la Monarquía? Ese es el análisis de Cacho, que incluye como esencial el dato que ya comentó Pedro Jota en la Cope: la poco velada amenaza de Polanco al Rey en El País de identificarlo con Mena, el «golpismo»... y echarlo. El efecto es que la Monarquía parece condenada a la extinción a lo largo del proceso revolucionario, que lo es de raíz -la Nación-, y con todas las consecuencias. Dos análisis terribles. Y ciertos.
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COMENTARIOS LIBERALES
Dos análisis
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
30/01/2006
Me he leído con atención los artículos de este domingo que firmaban Pedro Jota y Jesús Cacho, por tres razones: porque siempre lo hago, porque no hablaban de Historia egipcia (ni siquiera empresarial) y porque ambos dibujaban una situación del futuro político español coincidentemente pavorosa, sobre todo porque quizás, a la luz de lo que vamos leyendo sobre el Estatuto de Cataluña, aún puede resultar demasiado optimista.
La tesis básica de Pedro Jota es que, dentro del proyecto de liquidación del régimen constitucional español de 1978, el PSOE y sus aliados (resulta indiferente salvo a efectos de marketing, o como dicen en América, mercadeo, que sean Mas y Duran o Carod y Maragall) estuvieron a punto de encontrarse con la voladura interna del PP tras la segunda crisis provocada por Piqué. Recuérdese que la primera fue cuando proclamó que Acebes y Zaplana sobraban al frente del PP porque representaban el «pasado». Lo decía el eficiente ejecutivo de Ercros y de la Administración Pujol, símbolos de futuro.
La importancia de este terremoto interno que en cualquier circunstancia sería un leve temblor con efectos estimulantes pero que en la crisis de régimen provocada por el PSOE alcanzaría el grado 9 en la escala Richter reside, según Pedro Jota, en que el PP es el único instrumento democrático que queda en España para reconducir la situación mediante la derrota electoral de ZP. El modo de conseguirla me resulta ya menos claro que el análisis. Lo único que he entendido es que debe volver a 59 segundos. Pero lo importante es la constatación de que hay en marcha un proceso de liquidación del sistema político actual por otro en el que media España quedaría sin representación política, ya que el propio Parlamento quedaría vaciado de competencias. Adiós libertad.
¿Y quién mandaría?, me preguntaba yo tras leer a Pedro Jota. La única fórmula que veo posible es un Gobierno en la sombra de ZP y los naZionalistas, cuyo poder esencial lo ejercería el Ministerio de Agitprop de Polanco y sus satélites, sean izquierdistas y/o naZionalistas (la izquierda ha hecho suya la liquidación de España), sean derechistas del género egipcio-acomodaticio. Su misión sería cambiarlo todo y convencernos de que no cambia nada. Rubalcaba, claro, al frente. ¿Y las instituciones, empezando por la Monarquía? Ese es el análisis de Cacho, que incluye como esencial el dato que ya comentó Pedro Jota en la Cope: la poco velada amenaza de Polanco al Rey en El País de identificarlo con Mena, el «golpismo»... y echarlo. El efecto es que la Monarquía parece condenada a la extinción a lo largo del proceso revolucionario, que lo es de raíz -la Nación-, y con todas las consecuencias. Dos análisis terribles. Y ciertos.
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Fascismo cotidiano
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
27/01/2006
Hay que situar en su contexto la penúltima hazaña de la televisión pública de Maragall, Carod y Saura. Cuando Pepe Rubianes dice en horario infantil «que se vayan a tomar por el culo estos españoles», cuando precisa «ojalá les exploten los cojones y vayan al cielo sus cojones» y cuando resume «que se vaya a la mierda la puta España» no está haciendo nada raro. Cuando en el Avui, ese periódico varias veces quebrado y otras tantas reflotado por la Generalidad de Cataluña, (sea mediante subvención directa, sea mediante el «impuesto revolucionario» a los editores de periódicos en castellano) su columnista Oriol Malló amenaza de muerte a los intelectuales firmantes del manifiesto contra el despotismo lingüístico naZionalista, cuando otro columnista del diario de Godó, Lara y el Gobierno de Maragall y Carod dice que los militares golpistas que vayan a Barcelona lo hagan sin sus madres porque en Barcelona está prohibida la prostitución, hacen lo que deben. Cuando un juez dice que en vez de un tiro en la rodilla los chicos de ERC que antes eran de Terra Lliure y el MDT (su Otegi era Puigcercós) tenían que haberme pegado un tiro en el corazón, que no tengo, hace muy bien. Tan bien que el Colegio de Periodistas de Cataluña sale en defensa del «compañero Fanlo».
Cuando a la Cope en general y a mí en particular nos insultan a diario en TV3 o en el Avui con cargo al bolsillo de todos los catalanes, empezando por mi editor Lara y el que lo era en Antena 3, Godó, antes de entregársela ilegalmente a Polanco para que la cerrase, no hacen sino cumplir un rito de todos los fascismos, cuyo modelo de perfección es la Alemania nazi: buscar un chivo expiatorio que no se pueda defender y al que achacarle todos los males de la patria pasados y presentes, reales o inventados, desde la ruina de los obreros, hasta la crucifixión de niños pasando por los insultos a la nación indefensa. El mensaje de odio y de exterminio debe calar en toda la población, empezando por los niños. Así, tras llegar al poder por las urnas, pueden cerrar entre aplausos los medios que no obedezcan al imperativo patriótico del nacionalsocialismo y luego expulsar o eliminar a los enemigos de Alemania. O de Euskadi. O de Cataluña. Lo del cómico Rubianes es lo mismo que lo del cómico de Cabaret cuando deja de hacer chistes verdes y hace el número de la gorila que, claro, es judía. Ja, ja. El público de TV3 y el presentador se tronchaban de risa con Rubianes. ¡Claro, la costumbre! ¡Y a ver quién silba! «Media Extremadura come de Cataluña» insiste el gracioso en e-noticies, «ni los perros rabiosos muerden la mano que les da de comer». ¿Y la Izquierda? Gemma Nierga ya ha salido a exculpar a Rubianes y situarlo en su contexto: sólo insultaba a la Derecha. Bien hecho. El fascismo es un contexto. La dictadura es cosa de todos los días.
Fascismo cotidiano
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
27/01/2006
Hay que situar en su contexto la penúltima hazaña de la televisión pública de Maragall, Carod y Saura. Cuando Pepe Rubianes dice en horario infantil «que se vayan a tomar por el culo estos españoles», cuando precisa «ojalá les exploten los cojones y vayan al cielo sus cojones» y cuando resume «que se vaya a la mierda la puta España» no está haciendo nada raro. Cuando en el Avui, ese periódico varias veces quebrado y otras tantas reflotado por la Generalidad de Cataluña, (sea mediante subvención directa, sea mediante el «impuesto revolucionario» a los editores de periódicos en castellano) su columnista Oriol Malló amenaza de muerte a los intelectuales firmantes del manifiesto contra el despotismo lingüístico naZionalista, cuando otro columnista del diario de Godó, Lara y el Gobierno de Maragall y Carod dice que los militares golpistas que vayan a Barcelona lo hagan sin sus madres porque en Barcelona está prohibida la prostitución, hacen lo que deben. Cuando un juez dice que en vez de un tiro en la rodilla los chicos de ERC que antes eran de Terra Lliure y el MDT (su Otegi era Puigcercós) tenían que haberme pegado un tiro en el corazón, que no tengo, hace muy bien. Tan bien que el Colegio de Periodistas de Cataluña sale en defensa del «compañero Fanlo».
Cuando a la Cope en general y a mí en particular nos insultan a diario en TV3 o en el Avui con cargo al bolsillo de todos los catalanes, empezando por mi editor Lara y el que lo era en Antena 3, Godó, antes de entregársela ilegalmente a Polanco para que la cerrase, no hacen sino cumplir un rito de todos los fascismos, cuyo modelo de perfección es la Alemania nazi: buscar un chivo expiatorio que no se pueda defender y al que achacarle todos los males de la patria pasados y presentes, reales o inventados, desde la ruina de los obreros, hasta la crucifixión de niños pasando por los insultos a la nación indefensa. El mensaje de odio y de exterminio debe calar en toda la población, empezando por los niños. Así, tras llegar al poder por las urnas, pueden cerrar entre aplausos los medios que no obedezcan al imperativo patriótico del nacionalsocialismo y luego expulsar o eliminar a los enemigos de Alemania. O de Euskadi. O de Cataluña. Lo del cómico Rubianes es lo mismo que lo del cómico de Cabaret cuando deja de hacer chistes verdes y hace el número de la gorila que, claro, es judía. Ja, ja. El público de TV3 y el presentador se tronchaban de risa con Rubianes. ¡Claro, la costumbre! ¡Y a ver quién silba! «Media Extremadura come de Cataluña» insiste el gracioso en e-noticies, «ni los perros rabiosos muerden la mano que les da de comer». ¿Y la Izquierda? Gemma Nierga ya ha salido a exculpar a Rubianes y situarlo en su contexto: sólo insultaba a la Derecha. Bien hecho. El fascismo es un contexto. La dictadura es cosa de todos los días.
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Thursday, January 26, 2006
Comentarios Liberales (XLII)
COMENTARIOS LIBERALES
Los piqueteros
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
26/01/2006
No recuerdo nunca a la prensa que ha defendido la marginación del PP -es decir, de media España- de la vida pública defender con tanto entusiasmo a un político de ese partido para que no lo marginen. Piqué sólo tiene el precedente de Ruiz-Gallardón, que cuando trató de cargarse a Esperanza Aguirre contó con el respaldo incondicional de toda la patulea mediática que linchó vilmente a Aznar ayer y que hoy jalea la estrategia liberticida de ZP contra Rajoy. Pero el PP es más importante hoy que ayer, porque a Piqué, siendo menos que Gallardón, lo han respaldado mucho más.
En fin, tampoco voy a polemizar con la línea editorial de nuestro periódico, porque nunca ha defendido que al PP hay que echarlo de la democracia española, pero, en cambio, tengo verdadero interés en ver lo que sucede ahora que Rajoy ha mantenido al frente del PP catalán a un personaje no más leal que Gallardón a su partido y los principios que dice defender.
¿Van los periódicos catalanes a desautorizar el Pacto del Tinell, que prohíbe cualquier alianza con el PP en el ámbito regional, autonómico y municipal?
¿Van a rectificar los escribas del Imperio polanquista su permanente guerracivilismo?
¿Vamos a ver a los demás grupos mediáticos que secundan obedientemente la satanización del PP rectificar ante el Angel Caído pero levantado?
¿O después de haber conseguido que Piqué siga al frente del PP en Cataluña porque tiene eso que llaman «un perfil moderado y centrista» esos mismos medios van a seguir preconizando la liquidación del PP, de la Nación española y de la Constitución que en ella se basa?
La actitud de los piqueteros mediáticos anti PP permitirá valorar mejor que cualquier especulación de los titiriteros demoscópicos si Rajoy ha acertado manteniendo a Piqué y a su equipo criptoconvergente al frente de un partido que en Cataluña ha entrado en barrena; y a mi juicio, por dar la espalda a sus militantes y votantes, que no por dársela a medias al nacionalismo asfixiante y liberticida que allí reina. Si los diarios barceloneses que se distinguen por su sectarismo naZionalista propugnan la inmediata liquidación del Pacto del Tinell y el fin de la política cainita y fascistoide contra el PPC, si demuestran con los hechos que su apoyo a Piqué era leal, cambiarán radicalmente la forma de tratar a su partido.Si lo siguen tratando igual, es decir, a voces y a coces, quedará clarísimo que el respaldo a Piqué es sólo una forma sibilina de seguir la misma política contra el mismo partido pero defendiendo a un líder que es garantía de nulidad, como Florentino cuando defendía a Gaspart. En ese caso, Rajoy se habrá equivocado gravemente y habrá hecho el juego a los enemigos de su partido, de España y la libertad.
Los piqueteros
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
26/01/2006
No recuerdo nunca a la prensa que ha defendido la marginación del PP -es decir, de media España- de la vida pública defender con tanto entusiasmo a un político de ese partido para que no lo marginen. Piqué sólo tiene el precedente de Ruiz-Gallardón, que cuando trató de cargarse a Esperanza Aguirre contó con el respaldo incondicional de toda la patulea mediática que linchó vilmente a Aznar ayer y que hoy jalea la estrategia liberticida de ZP contra Rajoy. Pero el PP es más importante hoy que ayer, porque a Piqué, siendo menos que Gallardón, lo han respaldado mucho más.
En fin, tampoco voy a polemizar con la línea editorial de nuestro periódico, porque nunca ha defendido que al PP hay que echarlo de la democracia española, pero, en cambio, tengo verdadero interés en ver lo que sucede ahora que Rajoy ha mantenido al frente del PP catalán a un personaje no más leal que Gallardón a su partido y los principios que dice defender.
¿Van los periódicos catalanes a desautorizar el Pacto del Tinell, que prohíbe cualquier alianza con el PP en el ámbito regional, autonómico y municipal?
¿Van a rectificar los escribas del Imperio polanquista su permanente guerracivilismo?
¿Vamos a ver a los demás grupos mediáticos que secundan obedientemente la satanización del PP rectificar ante el Angel Caído pero levantado?
¿O después de haber conseguido que Piqué siga al frente del PP en Cataluña porque tiene eso que llaman «un perfil moderado y centrista» esos mismos medios van a seguir preconizando la liquidación del PP, de la Nación española y de la Constitución que en ella se basa?
La actitud de los piqueteros mediáticos anti PP permitirá valorar mejor que cualquier especulación de los titiriteros demoscópicos si Rajoy ha acertado manteniendo a Piqué y a su equipo criptoconvergente al frente de un partido que en Cataluña ha entrado en barrena; y a mi juicio, por dar la espalda a sus militantes y votantes, que no por dársela a medias al nacionalismo asfixiante y liberticida que allí reina. Si los diarios barceloneses que se distinguen por su sectarismo naZionalista propugnan la inmediata liquidación del Pacto del Tinell y el fin de la política cainita y fascistoide contra el PPC, si demuestran con los hechos que su apoyo a Piqué era leal, cambiarán radicalmente la forma de tratar a su partido.Si lo siguen tratando igual, es decir, a voces y a coces, quedará clarísimo que el respaldo a Piqué es sólo una forma sibilina de seguir la misma política contra el mismo partido pero defendiendo a un líder que es garantía de nulidad, como Florentino cuando defendía a Gaspart. En ese caso, Rajoy se habrá equivocado gravemente y habrá hecho el juego a los enemigos de su partido, de España y la libertad.
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Wednesday, January 25, 2006
OIC: ¿A que esto no sale en El País? ¿Eh?
Todo esto vía Michael Yon, que escribe sobre la Operation Iraqi Children, una iniciativa para escolarizar a los niños de Iraq (un video aquí) (Gracias a Barcepundit)
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Comentarios Liberales (XLI)
Je, hoy me gusta especialmente la columnilla de Federico.
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COMENTARIOS LIBERALES
Queremos opinar
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
25/01/2006
Si el Gobierno del 14-M, es decir, el de la gigantesca manipulación del 11, 12 y 13-M, quiere abolir nuestra nación, liquidar el régimen constitucional de 1978, crear ciudadanos de primera y de última según sea su capacidad de desprecio al resto de los españoles, si, en fin, el PRISOE y los separatistas quieren acabar con España, lo menos que pueden hacer es permitirnos opinar. Al fin y al cabo, se trata de nuestro entierro. Y aunque siempre habrá suicidas y aunque la primera película en que se volcó ZP fuera una apología de la eutanasia, en nuestra eutanasia queremos mandar nosotros y cuando todavía estamos vivos. No aceptamos que en la clínica del sombrío Doctor Kebriankian, el matasanos Zetapé, con la asistencia de Mas y Menoscabas, Ibarretxes y Roviretxes, tome por nosotros la decisión de desenchufarnos de la Historia, donde España viene alentando, sin necesidad de respiración asistida, desde hace muchísimos siglos. Es posible que Polanco y ZP, con la eficaz ayuda de comunistas, separatistas y oportunistas de toda laya, puedan publicar pronto la esquela de nuestra nación en sus periódicos y anunciarla en sus infinitas cadenas de radio y televisión, que al cabo lo propio de los déspotas son las cadenas. Pero esta España difunta está todavía muy viva, y antes de liquidarla se llevará por delante a unos cuantos enterradores. Basta con que haya un partido político importante dispuesto a defender su derecho a existir.
Ese partido existe, es el PP y no está dispuesto a rendirse ante la monstruosa maquinaria de manipulación que el Gobierno mal llamado de España y el Cuatripartito que tiraniza Cataluña han puesto en marcha para convencernos de lo que ningún español puede aceptar salvo que esté dispuesto a dejar de existir como ciudadano. Por ejemplo: reconocer en España una nación distinta de la española, blindar las competencias de una región frente a las leyes presentes o futuras del Parlamento nacional, romper toda solidaridad entre regiones ricas y pobres, negar el derecho a escolarizar a los niños en español y obligar a conocer el catalán, negar que todos los ciudadanos sean iguales ante la Ley y el Fisco, o aceptar una relación bilateral, «de tú a tú», entre el Gobierno que en Madrid representa o debería representar a todos los españoles, incluidos los de derechas, y el que en Barcelona representa o debería representar a la parte catalana de la misma ciudadanía, incluidos los que no son naZionalistas. Porque todo eso y mucho más está en ese engendro anticonstitucional pactado a oscuras por ZP y los naZionalistas, con el respaldo de Polanco y sus satélites. Pues bien, ante eso, queremos y tenemos derecho a opinar. Lo que afecta a toda España debemos decidirlo todos los españoles.
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COMENTARIOS LIBERALES
Queremos opinar
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
25/01/2006
Si el Gobierno del 14-M, es decir, el de la gigantesca manipulación del 11, 12 y 13-M, quiere abolir nuestra nación, liquidar el régimen constitucional de 1978, crear ciudadanos de primera y de última según sea su capacidad de desprecio al resto de los españoles, si, en fin, el PRISOE y los separatistas quieren acabar con España, lo menos que pueden hacer es permitirnos opinar. Al fin y al cabo, se trata de nuestro entierro. Y aunque siempre habrá suicidas y aunque la primera película en que se volcó ZP fuera una apología de la eutanasia, en nuestra eutanasia queremos mandar nosotros y cuando todavía estamos vivos. No aceptamos que en la clínica del sombrío Doctor Kebriankian, el matasanos Zetapé, con la asistencia de Mas y Menoscabas, Ibarretxes y Roviretxes, tome por nosotros la decisión de desenchufarnos de la Historia, donde España viene alentando, sin necesidad de respiración asistida, desde hace muchísimos siglos. Es posible que Polanco y ZP, con la eficaz ayuda de comunistas, separatistas y oportunistas de toda laya, puedan publicar pronto la esquela de nuestra nación en sus periódicos y anunciarla en sus infinitas cadenas de radio y televisión, que al cabo lo propio de los déspotas son las cadenas. Pero esta España difunta está todavía muy viva, y antes de liquidarla se llevará por delante a unos cuantos enterradores. Basta con que haya un partido político importante dispuesto a defender su derecho a existir.
Ese partido existe, es el PP y no está dispuesto a rendirse ante la monstruosa maquinaria de manipulación que el Gobierno mal llamado de España y el Cuatripartito que tiraniza Cataluña han puesto en marcha para convencernos de lo que ningún español puede aceptar salvo que esté dispuesto a dejar de existir como ciudadano. Por ejemplo: reconocer en España una nación distinta de la española, blindar las competencias de una región frente a las leyes presentes o futuras del Parlamento nacional, romper toda solidaridad entre regiones ricas y pobres, negar el derecho a escolarizar a los niños en español y obligar a conocer el catalán, negar que todos los ciudadanos sean iguales ante la Ley y el Fisco, o aceptar una relación bilateral, «de tú a tú», entre el Gobierno que en Madrid representa o debería representar a todos los españoles, incluidos los de derechas, y el que en Barcelona representa o debería representar a la parte catalana de la misma ciudadanía, incluidos los que no son naZionalistas. Porque todo eso y mucho más está en ese engendro anticonstitucional pactado a oscuras por ZP y los naZionalistas, con el respaldo de Polanco y sus satélites. Pues bien, ante eso, queremos y tenemos derecho a opinar. Lo que afecta a toda España debemos decidirlo todos los españoles.
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Tuesday, January 24, 2006
Zapatético (una vez más)
"Zapatero aplaza su viaje a Ceuta y Melilla porque va contra el criterio de Marruecos"
Ahora resulta que hay que pedirle permiso a Mojamé para ir a las ciudades Españolas. Si yo viviera en Ceuta esto me preocuparía bastante, ¿no creen?
Más detalles aquí
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Comentarios Liberales (XL)
COMENTARIOS LIBERALES
Conflicto asegurado
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
24/01/2006
Tras conocerse la noticia del asombroso apaño nocturno de ZP y Mas, me di una vuelta por la red para ver cómo se venteaba el futuro y, con escasas excepciones, nadie se atrevía a suponerlo venturoso. Decía, por ejemplo, Victoria Prego en su blog que el acuerdo es una «plataforma para el conflicto», y es una definición a mi juicio exacta de lo que han hecho el presidente del Gobierno y el próximo presidente de la Generalidad: apagar el fuego con gasolina. El nuevo Estatuto no sólo incumplirá lo anunciado por Maragall sobre la «resolución del problema catalán» y la «salvación de ZP», sino que asegura exactamente lo contrario. En vez de calmar los ánimos, los enardece, en vez de facilitar la integración de una parte de ella en el conjunto de España, garantiza el crecimiento de la inestabilidad institucional y la centrifugación autonómica, en vez de sosegar con sus concesiones radicalmente anticonstitucionales el afán separatista, ha cebado la bomba que ha de estallar antes mañana que pasado. En fin, que hemos hecho un negocio redondo.Menos mal que ZP tiene «un ansia infinita de paz» porque, de otro modo, pensaríamos que, como el famoso caballero, su descanso es pelear. Eso sí, contra el PP, sólo contra el PP y nada más que contra el PP, pero pelear.
En la práctica, el engendro antidemocrático y antinacional está consiguiendo que la gresca se instale en todas partes, en los favorecidos y en los perjudicados. Antes de firmar nada ya ha dicho Mas que no se dan por satisfechos y que en cinco años volverán a la carga. Tampoco se han recatado otros grupos naZionalistas en decir que ellos van a seguir pidiendo el Estatuto tal y como fue votado en el Parlamento de Cataluña. Así que tras haber cedido tanto, ZP no ha conseguido siquiera una tregua de unos pocos meses. Ha conseguido la hazaña de molestar a los de su partido y también a sus socios de ERC, con un ataque de cuernos por las carantoñas del futuro presidente Mas y del actual presidente Menos. Sólo ha tenido un aspecto positivo para el PSOE: sembrar también la gresca dentro del PP, cuyos lidercitos Piqué y Vendrell dicen que esa «plataforma para el conflicto» es un punto de partida muy estimable para llegar a acuerdos futuros. Yo creo que ese acuerdo posible lo sería a tres bandas: Piqué con Mas y con ZP.Como el único designio claro de ZP es aislar al PP y sacar de la democracia a media España, es decir, cargarse la democracia y España, el próximo Gobierno debería ser de concentración: PSOE-PSC-CiU-PPC. A diferencia de los actuales gobiernos en Madrid y Barcelona, este no traería la discordia en su seno, sino la paz, la centralidad y hasta la siesta. Como gesto de distensión, Rajoy debe facilitar esa operación liberando de todas sus obligaciones a Piqué y Vendrell. Sería bueno para el PSOE y aún mejor para el PP.
Conflicto asegurado
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
24/01/2006
Tras conocerse la noticia del asombroso apaño nocturno de ZP y Mas, me di una vuelta por la red para ver cómo se venteaba el futuro y, con escasas excepciones, nadie se atrevía a suponerlo venturoso. Decía, por ejemplo, Victoria Prego en su blog que el acuerdo es una «plataforma para el conflicto», y es una definición a mi juicio exacta de lo que han hecho el presidente del Gobierno y el próximo presidente de la Generalidad: apagar el fuego con gasolina. El nuevo Estatuto no sólo incumplirá lo anunciado por Maragall sobre la «resolución del problema catalán» y la «salvación de ZP», sino que asegura exactamente lo contrario. En vez de calmar los ánimos, los enardece, en vez de facilitar la integración de una parte de ella en el conjunto de España, garantiza el crecimiento de la inestabilidad institucional y la centrifugación autonómica, en vez de sosegar con sus concesiones radicalmente anticonstitucionales el afán separatista, ha cebado la bomba que ha de estallar antes mañana que pasado. En fin, que hemos hecho un negocio redondo.Menos mal que ZP tiene «un ansia infinita de paz» porque, de otro modo, pensaríamos que, como el famoso caballero, su descanso es pelear. Eso sí, contra el PP, sólo contra el PP y nada más que contra el PP, pero pelear.
En la práctica, el engendro antidemocrático y antinacional está consiguiendo que la gresca se instale en todas partes, en los favorecidos y en los perjudicados. Antes de firmar nada ya ha dicho Mas que no se dan por satisfechos y que en cinco años volverán a la carga. Tampoco se han recatado otros grupos naZionalistas en decir que ellos van a seguir pidiendo el Estatuto tal y como fue votado en el Parlamento de Cataluña. Así que tras haber cedido tanto, ZP no ha conseguido siquiera una tregua de unos pocos meses. Ha conseguido la hazaña de molestar a los de su partido y también a sus socios de ERC, con un ataque de cuernos por las carantoñas del futuro presidente Mas y del actual presidente Menos. Sólo ha tenido un aspecto positivo para el PSOE: sembrar también la gresca dentro del PP, cuyos lidercitos Piqué y Vendrell dicen que esa «plataforma para el conflicto» es un punto de partida muy estimable para llegar a acuerdos futuros. Yo creo que ese acuerdo posible lo sería a tres bandas: Piqué con Mas y con ZP.Como el único designio claro de ZP es aislar al PP y sacar de la democracia a media España, es decir, cargarse la democracia y España, el próximo Gobierno debería ser de concentración: PSOE-PSC-CiU-PPC. A diferencia de los actuales gobiernos en Madrid y Barcelona, este no traería la discordia en su seno, sino la paz, la centralidad y hasta la siesta. Como gesto de distensión, Rajoy debe facilitar esa operación liberando de todas sus obligaciones a Piqué y Vendrell. Sería bueno para el PSOE y aún mejor para el PP.
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Artículo muy acertado
Me ha llamado la atención este artículo de ayer de JM de Prada en ABC. Seguro que todos conocemos parejas de este tipo, "dinkis". Lo cierto es que, al menos entre mis conocidos, este artículo ha dado en el clavo y me he echado unas risas. JM va más allá, intentando ver las razones más profundas, immersas en la sociedad europea actual.
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No hay futuro
Por Juan Manuel de Prada (ABC,23 de Enero)
Hasta hace poco, las parejas sin descendencia eran miradas con una suerte de caridad compungida; presumíamos que, si no habían procreado, se debía a que alguna deficiencia orgánica se lo impedía. Tratábamos a estas parejas sin hijos con esa especie de funesta obsequiosidad que empleamos con los familiares de un difunto, cuando acudimos al velatorio a confortarlos. Ahora empieza a suceder lo contrario: a las parejas con hijos se las empieza a mirar con una mezcla de aprensión y desconfianza, como si fueran pringados a quienes el farmacéutico del barrio endosa las cajas de condones averiados; las parejas sin hijos, en cambio, son contempladas con una fascinada curiosidad, incluso con envidia. Se han convertido en un modelo social digno de emulación, en «creadores de tendencias»; incluso se les ha adjudicado una designación que suena risueña y megacool, «dinkis» (derivada del acrónimo DINK: «Double Income, No Kids»). Son parejas que han dimitido voluntariamente de la procreación, encerradas en la cápsula de un amor sin prolongaciones, como Narcisos atrapados en su fuente. Ya ni siquiera necesitan justificar las razones de su elección; pero, en caso de que alguien se las pregunte, responden con una munición orgullosa y archisabida: desean prolongar su juventud (pero en el fondo saben que son jóvenes fiambres, y que no hay modo más infalible de acelerar el advenimiento de la vejez que la compulsiva manía de disimularlo con afeites juveniles), desean alcanzar la estabilidad laboral (pero una vez alcanzado este objetivo, la ambición les dictará seguir ascendiendo), desean disfrutar de sus ratos de asueto, de sus vacaciones, y, sobre todo, de su dinero con una intensidad que no les permitiría la fundación de una familia.
No negaremos que haya razones sociales, económicas, psicológicas e incluso ideológicas por las que entre los europeos se ha extendido un modelo de convivencia tan narcisista y ensimismado en el disfrute de un bienestar puramente material. Pero, más allá de estas razones coyunturales (que no son sino lastimosas coartadas), existe una razón mucho más honda, que es el hastío vital. El amor que no se prolonga en otro ser acaba sucumbiendo a la náusea de su propia esterilidad; esos «dinkies» que se juntan para inventar una forma de entrega postiza que en realidad es una forma de egoísmo recíproco encarnan, acaso sin saberlo, el emblema de un fin de época. Algo muy grave está ocurriendo, cuando un continente que atraviesa la etapa más próspera de su historia, que dispone de medios para combatir la enfermedad y prolongar la vida, que parece haberse sacudido la amenaza de las guerras, plagas y catástrofes naturales que en otras épocas diezmaron su población, presenta una tasa de nacimientos (sólo rectificada por el flujo de inmigrantes) que ha caído por debajo del nivel de sustitución. Algo muy grave está ocurriendo, cuando cada vez más europeos se niegan a crear una nueva generación.
Los pueblos que dimiten de la procreación son pueblos que han perdido la fe en el futuro. El suicidio demográfico, ese «arrebato de automutilación» (Solzhenitsyn) que está minando la vitalidad europea, delata la crisis de una forma de civilización. Falta una esperanza que dé sentido a nuestra vida y a nuestra historia. La debilitación del concepto de familia, el ombliguismo existencial, el egoísmo parasitario de las nuevas generaciones que postergan o declinan la oportunidad de reproducirse no son sino síntomas de esa crisis. Europa no sólo carece de recursos para mantener su civilización, sino que ni siquiera posee argumentos para prolongar su existencia. A este hastío vital que mata la imaginación, entorpece el deseo y niega el futuro humano se le considera, sin embargo, una «tendencia» digna de ser emulada. Ha llegado el momento de cerrar el quiosco y esperar la llegada de los bárbaros.
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No hay futuro
Por Juan Manuel de Prada (ABC,23 de Enero)
Hasta hace poco, las parejas sin descendencia eran miradas con una suerte de caridad compungida; presumíamos que, si no habían procreado, se debía a que alguna deficiencia orgánica se lo impedía. Tratábamos a estas parejas sin hijos con esa especie de funesta obsequiosidad que empleamos con los familiares de un difunto, cuando acudimos al velatorio a confortarlos. Ahora empieza a suceder lo contrario: a las parejas con hijos se las empieza a mirar con una mezcla de aprensión y desconfianza, como si fueran pringados a quienes el farmacéutico del barrio endosa las cajas de condones averiados; las parejas sin hijos, en cambio, son contempladas con una fascinada curiosidad, incluso con envidia. Se han convertido en un modelo social digno de emulación, en «creadores de tendencias»; incluso se les ha adjudicado una designación que suena risueña y megacool, «dinkis» (derivada del acrónimo DINK: «Double Income, No Kids»). Son parejas que han dimitido voluntariamente de la procreación, encerradas en la cápsula de un amor sin prolongaciones, como Narcisos atrapados en su fuente. Ya ni siquiera necesitan justificar las razones de su elección; pero, en caso de que alguien se las pregunte, responden con una munición orgullosa y archisabida: desean prolongar su juventud (pero en el fondo saben que son jóvenes fiambres, y que no hay modo más infalible de acelerar el advenimiento de la vejez que la compulsiva manía de disimularlo con afeites juveniles), desean alcanzar la estabilidad laboral (pero una vez alcanzado este objetivo, la ambición les dictará seguir ascendiendo), desean disfrutar de sus ratos de asueto, de sus vacaciones, y, sobre todo, de su dinero con una intensidad que no les permitiría la fundación de una familia.
No negaremos que haya razones sociales, económicas, psicológicas e incluso ideológicas por las que entre los europeos se ha extendido un modelo de convivencia tan narcisista y ensimismado en el disfrute de un bienestar puramente material. Pero, más allá de estas razones coyunturales (que no son sino lastimosas coartadas), existe una razón mucho más honda, que es el hastío vital. El amor que no se prolonga en otro ser acaba sucumbiendo a la náusea de su propia esterilidad; esos «dinkies» que se juntan para inventar una forma de entrega postiza que en realidad es una forma de egoísmo recíproco encarnan, acaso sin saberlo, el emblema de un fin de época. Algo muy grave está ocurriendo, cuando un continente que atraviesa la etapa más próspera de su historia, que dispone de medios para combatir la enfermedad y prolongar la vida, que parece haberse sacudido la amenaza de las guerras, plagas y catástrofes naturales que en otras épocas diezmaron su población, presenta una tasa de nacimientos (sólo rectificada por el flujo de inmigrantes) que ha caído por debajo del nivel de sustitución. Algo muy grave está ocurriendo, cuando cada vez más europeos se niegan a crear una nueva generación.
Los pueblos que dimiten de la procreación son pueblos que han perdido la fe en el futuro. El suicidio demográfico, ese «arrebato de automutilación» (Solzhenitsyn) que está minando la vitalidad europea, delata la crisis de una forma de civilización. Falta una esperanza que dé sentido a nuestra vida y a nuestra historia. La debilitación del concepto de familia, el ombliguismo existencial, el egoísmo parasitario de las nuevas generaciones que postergan o declinan la oportunidad de reproducirse no son sino síntomas de esa crisis. Europa no sólo carece de recursos para mantener su civilización, sino que ni siquiera posee argumentos para prolongar su existencia. A este hastío vital que mata la imaginación, entorpece el deseo y niega el futuro humano se le considera, sin embargo, una «tendencia» digna de ser emulada. Ha llegado el momento de cerrar el quiosco y esperar la llegada de los bárbaros.
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Monday, January 23, 2006
Comentarios Liberales (XXXIX)
Adiós, España
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
23/01/2006
Como era perfectamente previsible, los naZionalistas catalanes han logrado el Estatuto que querían y además como si fuera concesión suya y no de un Gobierno que no merece llamarse de España salvo para ilustrar la historia de las traiciones célebres y los suicidios memorables. Cataluña será nación y también nacionalidad, para que el concepto primero del Preámbulo ilustre los ilimitados alcances del segundo en el articulado. También tendrá Agencia Tributaria propia en dos años, justo para después de las elecciones generales. Ah, y el cuatripartito seguirá controlando esta cosita de ZP que ya ha dejado de ser Gobierno y aún no es del todo nuevo régimen, pero lo será en breve. Ahora comienza la fácil tarea de lavar el cerebro de los españoles, que ya lo tienen muy limpito, para convencerles de que aquí no ha pasado nada y que lo único que va a pasar es que ETA dejará de matar casi para siempre, todo gracias a ZP. Rematada la liquidación simbólica y la demolición legal de España, bienvenidos todos a Polanconia. El conserje, con la solemnidad que le caracteriza, les acompañará a sus butacas. No dejen de ver la televisión y no hagan caso a los profetas del miedo. Dicen los etarras y sus amigos de Perpiñán que van ganando. El truco está en fingir que van perdiendo y a eso se van a poner Polanco y ZP. A partir de hoy, apaciguamiento y mordaza. Mordaza a la media España que protesta; paz y Franco a la media que bosteza.
La liquidación del régimen constitucional de 1978 se ha hecho clandestinamente, a escondidas, dejando al margen al pueblo español en el que sólo es el primer acto del despojamiento de su soberanía.Pronto vendrán otros. El comportamiento del PSOE y del conglomerado mediático con el que se identifica y confunde no ha podido ser más vil hasta ahora, pero lo será más. Todas las carencias éticas, todas las hipotecas morales han vencido de golpe. Los socialistas han demostrado que no tienen idea de España ni de Justicia ni de nada, pero sí del poder; y como tampoco tienen libertad para manifestar sus diferencias, callan y otorgan. El Gobierno carece de independencia pero también de sinceridad para confesarlo, como un adicto. El sectarismo, que es su droga y que define estos tiempos menguados del zapaterismo (o sea, del presunto socialismo enfeudado al auténtico separatismo), ha roto además cualquier posibilidad de consenso con el PP, que representa a 10 millones de españoles y sin cuya participación en la vida pública es imposible que exista democracia en España. ¿O es que alguien cree que puede subsistir alguna libertad ciudadana, alguna ley, en este proceso abierto de liquidación del Estado de Derecho, desprecio de la nación, trituración de la Constitución y guerra sin cuartel contra toda forma de oposición, política o mediática? Adiós, España. Adiós, libertad.
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
23/01/2006
Como era perfectamente previsible, los naZionalistas catalanes han logrado el Estatuto que querían y además como si fuera concesión suya y no de un Gobierno que no merece llamarse de España salvo para ilustrar la historia de las traiciones célebres y los suicidios memorables. Cataluña será nación y también nacionalidad, para que el concepto primero del Preámbulo ilustre los ilimitados alcances del segundo en el articulado. También tendrá Agencia Tributaria propia en dos años, justo para después de las elecciones generales. Ah, y el cuatripartito seguirá controlando esta cosita de ZP que ya ha dejado de ser Gobierno y aún no es del todo nuevo régimen, pero lo será en breve. Ahora comienza la fácil tarea de lavar el cerebro de los españoles, que ya lo tienen muy limpito, para convencerles de que aquí no ha pasado nada y que lo único que va a pasar es que ETA dejará de matar casi para siempre, todo gracias a ZP. Rematada la liquidación simbólica y la demolición legal de España, bienvenidos todos a Polanconia. El conserje, con la solemnidad que le caracteriza, les acompañará a sus butacas. No dejen de ver la televisión y no hagan caso a los profetas del miedo. Dicen los etarras y sus amigos de Perpiñán que van ganando. El truco está en fingir que van perdiendo y a eso se van a poner Polanco y ZP. A partir de hoy, apaciguamiento y mordaza. Mordaza a la media España que protesta; paz y Franco a la media que bosteza.
La liquidación del régimen constitucional de 1978 se ha hecho clandestinamente, a escondidas, dejando al margen al pueblo español en el que sólo es el primer acto del despojamiento de su soberanía.Pronto vendrán otros. El comportamiento del PSOE y del conglomerado mediático con el que se identifica y confunde no ha podido ser más vil hasta ahora, pero lo será más. Todas las carencias éticas, todas las hipotecas morales han vencido de golpe. Los socialistas han demostrado que no tienen idea de España ni de Justicia ni de nada, pero sí del poder; y como tampoco tienen libertad para manifestar sus diferencias, callan y otorgan. El Gobierno carece de independencia pero también de sinceridad para confesarlo, como un adicto. El sectarismo, que es su droga y que define estos tiempos menguados del zapaterismo (o sea, del presunto socialismo enfeudado al auténtico separatismo), ha roto además cualquier posibilidad de consenso con el PP, que representa a 10 millones de españoles y sin cuya participación en la vida pública es imposible que exista democracia en España. ¿O es que alguien cree que puede subsistir alguna libertad ciudadana, alguna ley, en este proceso abierto de liquidación del Estado de Derecho, desprecio de la nación, trituración de la Constitución y guerra sin cuartel contra toda forma de oposición, política o mediática? Adiós, España. Adiós, libertad.
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Comentarios Liberales (XXXVIII)
COMENTARIOS LIBERALES
'Erotiformes'
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
20/01/2006
Un reciente informe de Comisiones Obreras titulado La atención al público y la salud de las trabajadoras propugna la eliminación de las «connotaciones eróticas» que tienen los uniformes femeninos en algunos trabajos, ya que producen una situación perjudicial para las empleadas.
Por regla general, el sindicato del interminable Fidalgo no produce noticias grotescas, así que ésta me ha llamado poderosamente la atención.
Yo creo que faltan diez minutos, los que le lleve terminar de leer esta columna, para que alguna ministra del Gobierno salte sobre esa idea, la haga suya, la cabalgue y, previo paso por el fielato de lo políticamente correcto y avalada por el Comando Rubalcaba, se convierta en caballo de otra batalla contra la discriminación por razones de género. Es que hay enfermedades contagiosas.
Que los uniformes tienen connotaciones eróticas es indudable. Pero sólo para quien le gusten los uniformes. También la tiene la lencería y a todos se nos ocurren casos en que esa connotación no sólo resulta inexistente sino hasta contraproducente.
Es cierto que algunas azafatas de congreso, por ejemplo, suelen resultar vistosísimas, pero aparte de alegrar honestamente la vista, su uniforme cumple otra función, que es la de hacer notar el servicio que prestan. Si no llevasen uniforme, no sabríamos qué hace una señora o un señor en el pasillo de una convención, por ejemplo, y correríamos el riesgo de preguntar dónde nos sentamos a alguien que mira al frente u otea el horizonte en busca de su pareja, tomando la consulta ubicatoria como un acoso o una ordinariez:
-Mire, esta es mi invitación. ¿Sabe usted dónde tengo que sentarme?
-Espere un momento, que ahora llega mi novio y lo va a sentar de golpe.
Salvo los tacones, no veo contraindicación en los uniformes femeninos, que siguen siendo menos que los masculinos. Las policías, las guardias civiles, las soldados y oficiales de los ejércitos, las médicas, enfermeras, bomberas y hasta toreras llevan un vestido que denota su función. Y la denotación, que apunta al significado directamente, es más importante que la connotación, que lo completa o matiza.
El uniforme denota y, si la percha lo permite, connota eróticamente.Pero imagínense que a los militares les quitan el uniforme. O a los obispos. O a los futbolistas. ¿Qué camisetas venderían Beckham y Ronaldinho?
Las personas pueden resultar atractivas con uniforme o sin él.Pero ojo, doctor Fidalgo, que ya está inventado un uniforme para salvar a las mujeres de cualquier connotación erótica: el burka.
Y la izquierda, ay, está fascinada por el islam.
'Erotiformes'
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
20/01/2006
Un reciente informe de Comisiones Obreras titulado La atención al público y la salud de las trabajadoras propugna la eliminación de las «connotaciones eróticas» que tienen los uniformes femeninos en algunos trabajos, ya que producen una situación perjudicial para las empleadas.
Por regla general, el sindicato del interminable Fidalgo no produce noticias grotescas, así que ésta me ha llamado poderosamente la atención.
Yo creo que faltan diez minutos, los que le lleve terminar de leer esta columna, para que alguna ministra del Gobierno salte sobre esa idea, la haga suya, la cabalgue y, previo paso por el fielato de lo políticamente correcto y avalada por el Comando Rubalcaba, se convierta en caballo de otra batalla contra la discriminación por razones de género. Es que hay enfermedades contagiosas.
Que los uniformes tienen connotaciones eróticas es indudable. Pero sólo para quien le gusten los uniformes. También la tiene la lencería y a todos se nos ocurren casos en que esa connotación no sólo resulta inexistente sino hasta contraproducente.
Es cierto que algunas azafatas de congreso, por ejemplo, suelen resultar vistosísimas, pero aparte de alegrar honestamente la vista, su uniforme cumple otra función, que es la de hacer notar el servicio que prestan. Si no llevasen uniforme, no sabríamos qué hace una señora o un señor en el pasillo de una convención, por ejemplo, y correríamos el riesgo de preguntar dónde nos sentamos a alguien que mira al frente u otea el horizonte en busca de su pareja, tomando la consulta ubicatoria como un acoso o una ordinariez:
-Mire, esta es mi invitación. ¿Sabe usted dónde tengo que sentarme?
-Espere un momento, que ahora llega mi novio y lo va a sentar de golpe.
Salvo los tacones, no veo contraindicación en los uniformes femeninos, que siguen siendo menos que los masculinos. Las policías, las guardias civiles, las soldados y oficiales de los ejércitos, las médicas, enfermeras, bomberas y hasta toreras llevan un vestido que denota su función. Y la denotación, que apunta al significado directamente, es más importante que la connotación, que lo completa o matiza.
El uniforme denota y, si la percha lo permite, connota eróticamente.Pero imagínense que a los militares les quitan el uniforme. O a los obispos. O a los futbolistas. ¿Qué camisetas venderían Beckham y Ronaldinho?
Las personas pueden resultar atractivas con uniforme o sin él.Pero ojo, doctor Fidalgo, que ya está inventado un uniforme para salvar a las mujeres de cualquier connotación erótica: el burka.
Y la izquierda, ay, está fascinada por el islam.
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Friday, January 20, 2006
Carta de "Lancelot" el guerrero
El Archivo de la Guerra Civil
Ayer fue un día triste, muy triste, no sólo para Salamanca, sino también para el conjunto de España. Ayer, 19 de enero de 2006, el Gobierno de la Nación desmanteló un centro cultural, de titularidad estatal y, por tanto, propiedad de todos los españoles, para pagar una hipoteca política.
Y lo hizo sin luz y sin taquígrafos y, por supuesto, sin la normalidad democrática que anunció recientemente la ministra de Cultura, doña Carmen Calvo. Por el contrario, el Gobierno ha actuado con nocturnidad y alevosía y con una demostración de fuerza desmedida. Numerosos efectivos de la Policía Nacional, más de 100 agentes, escoltaron las cajas a las 6:15 horas de la mañana. Sorprende dicha demostración de fuerza en una ciudad como Salamanca, cuyos habitantes se caracterizan por ser cultos y hospitalarios.
Ayer será un día que no olvidaremos nunca, que quedará grabado en la retina de todos los españoles para siempre. Porque ayer triunfó el chantaje político frente a la razón científica.
Se ha consumado el expolio. El que tanto hemos tratado de evitar desde Salamanca y desde toda España. Porque en este tiempo no hemos estado solos, hemos recibido el apoyo y el ánimo de muchos ciudadanos anónimos desde todos los rincones del país, de historiadores, archiveros, juristas, periodistas. A todos ellos les agradezco sinceramente su apoyo y les animo a no desfallecer. Seguiremos luchando por lo que consideramos justo, con las armas que el Estado de Derecho pone en nuestras manos.
Julián Lanzarote Sastre, alcalde de Salamanca.
Ayer fue un día triste, muy triste, no sólo para Salamanca, sino también para el conjunto de España. Ayer, 19 de enero de 2006, el Gobierno de la Nación desmanteló un centro cultural, de titularidad estatal y, por tanto, propiedad de todos los españoles, para pagar una hipoteca política.
Y lo hizo sin luz y sin taquígrafos y, por supuesto, sin la normalidad democrática que anunció recientemente la ministra de Cultura, doña Carmen Calvo. Por el contrario, el Gobierno ha actuado con nocturnidad y alevosía y con una demostración de fuerza desmedida. Numerosos efectivos de la Policía Nacional, más de 100 agentes, escoltaron las cajas a las 6:15 horas de la mañana. Sorprende dicha demostración de fuerza en una ciudad como Salamanca, cuyos habitantes se caracterizan por ser cultos y hospitalarios.
Ayer será un día que no olvidaremos nunca, que quedará grabado en la retina de todos los españoles para siempre. Porque ayer triunfó el chantaje político frente a la razón científica.
Se ha consumado el expolio. El que tanto hemos tratado de evitar desde Salamanca y desde toda España. Porque en este tiempo no hemos estado solos, hemos recibido el apoyo y el ánimo de muchos ciudadanos anónimos desde todos los rincones del país, de historiadores, archiveros, juristas, periodistas. A todos ellos les agradezco sinceramente su apoyo y les animo a no desfallecer. Seguiremos luchando por lo que consideramos justo, con las armas que el Estado de Derecho pone en nuestras manos.
Julián Lanzarote Sastre, alcalde de Salamanca.
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Thursday, January 19, 2006
Comentarios Liberales (XXXVII)
COMENTARIOS LIBERALES
Qué defender
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
19/01/2006
El inquieto y revoltoso ministro de Defensa, don José Bono, tiene un problema muy semejante al de otros de sus compañeros de Gobierno: una formación deficiente que compensa con una fatuidad desmedida. Están tan encantados de haberse conocido en el cargo que todo lo que se les ocurre les parece brillantísimo y providencial.Como no han sido capaces de reclutar equipos de buen nivel que corrijan discretamente sus errores, las tonterías arraigan en su discurso como las acacias en Madrid, que decía Azaña.
Bono acaba de repetir a propósito de la inocultable inquietud militar por el Estatuto catalán una ocurrencia de hace meses y es la de contraponer la España actual con la de los Reyes Católicos. Hace unos meses cargó contra Isabel y Fernando a propósito de la vigencia de la nación española y, claro, como nadie le criticó ni le corrigió, ahí sigue Bono emulando a Paco Martínez Soria, Don Erre que Erre.
Además de seleccionar la Historia, Bono sigue censurando himnos militares. Ahora le ha tocado al de la Armada, del que ha borrado las palabras «Dios» y «España». Para alguien que va por la vida vendiéndose como católico y españolista, no está mal. A lo mejor es lo que le molesta a Bono de los Reyes Católicos: que se llamen así. Pero la obligación de los militares es precisamente la que Bono les prohíbe: defender la España de los Reyes Católicos.Porque junto a otros prodigios, Isabel y Fernando culminaron la Reconquista con la incorporación de los reinos de Granada y Navarra, reintegrados a la unidad cristiana y romana que desde hace dos mil años define a nuestra nación. ¿Deben acaso abandonar a Navarra a su suerte o entregar España al islam, como quiere Hamas?
Puesto a ser ingenioso, Bono podría decir que los militares no están para defender la España de los reyes godos, pero da la casualidad de que también, porque es Leovigildo el que reunifica en un Estado independiente la antigua diócesis de Hispania. Si se defiende la unidad y la continuidad de la nación española, habrá que hacerlo insistiendo en ambas cosas, y ni la unidad ni la continuidad tienen una referencia tan importante en la Edad Moderna como la de los Reyes Católicos, que son en la política como el soldado Cervantes en la literatura: los más importantes.
Los militares, como el Gobierno si fuera leal a su juramento, deben defender esa España y la de los Austrias y la de los Borbones y la de las Cortes de Cádiz, cuna de nuestra primera Constitución, que continuaba la viejísima tradición del gobierno limitado por las Cortes. Hasta hoy, los españoles lo son por continuidad.¿O es que Bono sólo quiere defender la España de Pablo Iglesias, Negrín y Roldán?
Mejor la de Nebrija, o sea, la de los Reyes Católicos.
Qué defender
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
19/01/2006
El inquieto y revoltoso ministro de Defensa, don José Bono, tiene un problema muy semejante al de otros de sus compañeros de Gobierno: una formación deficiente que compensa con una fatuidad desmedida. Están tan encantados de haberse conocido en el cargo que todo lo que se les ocurre les parece brillantísimo y providencial.Como no han sido capaces de reclutar equipos de buen nivel que corrijan discretamente sus errores, las tonterías arraigan en su discurso como las acacias en Madrid, que decía Azaña.
Bono acaba de repetir a propósito de la inocultable inquietud militar por el Estatuto catalán una ocurrencia de hace meses y es la de contraponer la España actual con la de los Reyes Católicos. Hace unos meses cargó contra Isabel y Fernando a propósito de la vigencia de la nación española y, claro, como nadie le criticó ni le corrigió, ahí sigue Bono emulando a Paco Martínez Soria, Don Erre que Erre.
Además de seleccionar la Historia, Bono sigue censurando himnos militares. Ahora le ha tocado al de la Armada, del que ha borrado las palabras «Dios» y «España». Para alguien que va por la vida vendiéndose como católico y españolista, no está mal. A lo mejor es lo que le molesta a Bono de los Reyes Católicos: que se llamen así. Pero la obligación de los militares es precisamente la que Bono les prohíbe: defender la España de los Reyes Católicos.Porque junto a otros prodigios, Isabel y Fernando culminaron la Reconquista con la incorporación de los reinos de Granada y Navarra, reintegrados a la unidad cristiana y romana que desde hace dos mil años define a nuestra nación. ¿Deben acaso abandonar a Navarra a su suerte o entregar España al islam, como quiere Hamas?
Puesto a ser ingenioso, Bono podría decir que los militares no están para defender la España de los reyes godos, pero da la casualidad de que también, porque es Leovigildo el que reunifica en un Estado independiente la antigua diócesis de Hispania. Si se defiende la unidad y la continuidad de la nación española, habrá que hacerlo insistiendo en ambas cosas, y ni la unidad ni la continuidad tienen una referencia tan importante en la Edad Moderna como la de los Reyes Católicos, que son en la política como el soldado Cervantes en la literatura: los más importantes.
Los militares, como el Gobierno si fuera leal a su juramento, deben defender esa España y la de los Austrias y la de los Borbones y la de las Cortes de Cádiz, cuna de nuestra primera Constitución, que continuaba la viejísima tradición del gobierno limitado por las Cortes. Hasta hoy, los españoles lo son por continuidad.¿O es que Bono sólo quiere defender la España de Pablo Iglesias, Negrín y Roldán?
Mejor la de Nebrija, o sea, la de los Reyes Católicos.
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Otro valiente más
Tengo el gustazo de postear la carta remitida por el capitán de Infantería Roberto González Calderón, jefe de la 1ª Compañía de la I Bandera 'Cte. Franco' del Tercio Gran Capitán 1º de la Legión, dirigida al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y publicada ayer por el diario "Melilla Hoy".
" Respetada Sra. Directora:
Tras una cuidadosa deliberación de cuál sería la mejor vía para hacer pública esta carta y dejando de lado (ya que tengo una familia que mantener y la sana intención de llegar a mi edad de retiro no de forma prematura) la primera de ellas, que era plantarme con mi Compañía en el Ministerio de Defensa y entregarle en mano al Sr. Bono esta misiva, decidí enviarle estas líneas con la ilusión de que tuviera a bien el publicarlas. Por supuesto, soy consciente que con este acto cerceno, muy posiblemente, de forma definitiva cualquier aspiración de ocupar algún día un puesto de responsabilidad en la cúpula militar, cosa que por otro lado jamás me importó en demasía.
Esta carta es el fruto de un fortísimo sentimiento de desasosiego, al comprobar los derroteros que está tomando la situación política y social de esta nuestra Nación, España. Escuché en televisión, en fechas recientes, cómo nuestro Presidente del Gobierno en una rueda de prensa, zanjaba de forma contundente la problemática suscitada con las declaraciones del Tte. Gral. Mena, diciendo que, tras consulta con sus asesores, se podía determinar que en las Fuerzas Armadas no había malestar ni preocupación por los temas aludidos.
Pues bien, Sr. Presidente del Gobierno, no es cierto lo que sus asesores le han dicho o las interpretaciones que se han hecho. Por supuesto que existe malestar, como no podía ser de otra manera, dentro y fuera de las Fuerzas Armadas. Malestar al ver cómo se está desmembrando nuestra España; malestar al ver cómo de forma impune se queman banderas nacionales en actos públicos; malestar al ver cómo se convocan manifestaciones y actos sociales en nombre de la banda terrorista (con diferentes nombres y formas); malestar al ver cómo existe ya una generación de españoles que no reconocen a España como su Patria, gracias a la delegación de competencias en materia de educación que se hizo en su día; malestar al comprobar que en todas y cada una de las cadenas de TV, tanto públicas como privadas, cada vez que aparece un uniforme, ya sea del Ejército o de las FCSE, es para servir de mofa a los telespectadores; malestar al no poder llevar una camiseta con la enseña nacional, sin temor a ser insultado en algunas regiones españolas; malestar al ver cómo domingo tras domingo en los resúmenes futbolísticos se contemplan diferentes muestras de apología del terrorismo en nuestros campos de fútbol; malestar al ver que tienen más derechos los verdugos que las víctimas; malestar al comprobar que en este bendito país ha empezado a preocupar realmente la banda asesina cuando los que tristemente caían no llevaban uniforme verde oliva o caqui; malestar al ver que se ocultan determinadas actuaciones de nuestras FAS en misiones en el extranjero, por miedo a perder votos; malestar al ver cómo se intenta debilitar el carácter militar de los ejércitos, haciendo publicidad de éstos como si fueran ONGs y permitiendo una nefasta selección de cuadros de mando y tropa al ingreso en los centros docentes; malestar al leer el artículo del pasado 12 de enero en el "prestigioso" diario Avui, en el que un simpático llamado Iu Forn (que al parecer es su nombre real y no un mote) insultaba de forma gratuita a las madres de los que efectivamente estamos "enfadaditos" con el estatuto catalán; malestar en general al ver que todo lo que es contrario a la idea de España, Iglesia, familia y respeto a los que nos precedieron y lucharon por una España mejor, está de moda, es lo democráticamente correcto y lo progresista.
Todo esto es un cúmulo de circunstancias que se han ido poco a poco haciendo palpables en nuestra sociedad, permitidas todas ellas por la clase política en general, sea de la ideología que sea, todas ellas consentidas para ganar votos, escaños y alcaldías, de forma que nuestros políticos han sacrificado la idea de Nación y de Patria para engordar sus ansias de poder. Es triste contemplar cómo cada día se saca provecho electoral de cualquier desgracia nacional que suceda, por muy luctuosa que ésta sea. Qué lamentable es contemplar para un ciudadano de a pie cómo mis supuestos representantes políticos se enfrascan en batallas dialécticas con los cuerpos aún calientes de compañeros fallecidos en acto de servicio.
Pues Sr. Presidente, va a resultar que al final sí que hay malestar e inquietud, al menos de éste que suscribe, con la esperanza que haya muchos más que compartan estas ideas y se sumen a esta débil pero firme voz que dice, basta ya, España será siempre una única Nación, nos gusta ser españoles y por supuesto seguir siéndolo. Estoy molesto y preocupado Sr. Presidente. "
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Como un ladrón en la noche
Lo han hecho. En plena noche, pretendiendo esconderse del pueblo. Pretendiendo ocultarse a La Razón y el Sentido Común que creen aún dormidos. Ya lo han hecho. Menos mal que la ministra-marioneta había dicho "Los papeles de Salamanca saldrán a la luz del día y con taquígrafos", que si no...
En fin, otro pago más de la hipoteca de ZP a los nazis catalanes. ¡Que se marche ya a pescar por favor!
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Wednesday, January 18, 2006
Comentarios Liberales (XXXVI)
COMENTARIOS LIBERALES
¿Para qué votar?
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
18/01/2006
De las claudicaciones del PSOE ante el nacionalismo catalán (si es que el PSC es otro y distinto del PSOE, cosa dudosa porque éste le obedece) la más humillante para los españoles y la más destructiva para la democracia es el blindaje de competencias de Cataluña frente a cualquier ley que pueda votar el Parlamento Español. En realidad, no sé para qué vamos a seguir votando en España después de esa ley del embudo tan miserablemente aceptada por unos gobernantes indignos de este nombre y acreedores al más profundo desprecio de la Nación.
Ya pueden todos los representantes de los españoles votar una cosa en el Congreso y en el Senado, por ejemplo en materia lingüística, fiscal, educativa o referente a los derechos y libertades más sagrados, empezando por el de expresarse libremente, que si el Parlamento de Cataluña no quiere, en Madrid se queda o a Cataluña no pasa. Y en cuanto esa ley del embudo se extienda al País Vasco y a otras comunidades, no es que desaparezca la soberanía nacional, es que el sistema representativo como tal estará muerto. Embalsamado y maquillado pero muerto.
Los ciudadanos de la antiguamente llamada España dejan automáticamente de ser iguales ante la ley, porque siete millones de ellos tendrán derecho a lo que sus representantes decidan y, además, a vetar lo que decidan los representantes de los treinta y siete millones restantes. Por el contrario, los que no tengamos la dudosa fortuna de habitar en esa Cataluña convertida en la Prusia de esta disminuída Alemania (se habría cumplido el sueño atribuido a Cambó: ser el Bolívar de Cataluña y el Bismarck de España) seremos unos votantes a medias, tendremos poquirrepresentantes y nos contentaremos con las leyes que el Parlamento catalán considere, en su magnanimidad, que nos hemos merecido. Ya sólo falta que, a cambio de la undécima tregua-trampa, la ETA le conceda a ZP la posibilidad de humillarnos como el Cuatripartito y adiós al Teide, al Mulhacén y al Sistema Ibérico. Bienvenidos a los Balcanes.
Si nuestro voto vale tan poco, no sé por qué hemos de pagar impuestos. Si los españoles son tan viles de aceptar un Gobierno que los trata con diferente rasero según donde vivan, lo razonable sería acogerse a la protección de alguna potencia extranjera capaz de gestionar por un precio razonable y sin rubores excesivos las obligaciones y derechos que como ciudadanos de la Unión Europea aún tengamos. Por poco tiempo, claro, porque cuando uno acepta su condición de súbdito, es inevitable que pierda la de ciudadano.Destruída España, apuñalada por la espalda, votar y pagar impuestos son empresas inútiles y ruinosas. Y hay que ahorrar para la que se nos viene encima.
¿Para qué votar?
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
18/01/2006
De las claudicaciones del PSOE ante el nacionalismo catalán (si es que el PSC es otro y distinto del PSOE, cosa dudosa porque éste le obedece) la más humillante para los españoles y la más destructiva para la democracia es el blindaje de competencias de Cataluña frente a cualquier ley que pueda votar el Parlamento Español. En realidad, no sé para qué vamos a seguir votando en España después de esa ley del embudo tan miserablemente aceptada por unos gobernantes indignos de este nombre y acreedores al más profundo desprecio de la Nación.
Ya pueden todos los representantes de los españoles votar una cosa en el Congreso y en el Senado, por ejemplo en materia lingüística, fiscal, educativa o referente a los derechos y libertades más sagrados, empezando por el de expresarse libremente, que si el Parlamento de Cataluña no quiere, en Madrid se queda o a Cataluña no pasa. Y en cuanto esa ley del embudo se extienda al País Vasco y a otras comunidades, no es que desaparezca la soberanía nacional, es que el sistema representativo como tal estará muerto. Embalsamado y maquillado pero muerto.
Los ciudadanos de la antiguamente llamada España dejan automáticamente de ser iguales ante la ley, porque siete millones de ellos tendrán derecho a lo que sus representantes decidan y, además, a vetar lo que decidan los representantes de los treinta y siete millones restantes. Por el contrario, los que no tengamos la dudosa fortuna de habitar en esa Cataluña convertida en la Prusia de esta disminuída Alemania (se habría cumplido el sueño atribuido a Cambó: ser el Bolívar de Cataluña y el Bismarck de España) seremos unos votantes a medias, tendremos poquirrepresentantes y nos contentaremos con las leyes que el Parlamento catalán considere, en su magnanimidad, que nos hemos merecido. Ya sólo falta que, a cambio de la undécima tregua-trampa, la ETA le conceda a ZP la posibilidad de humillarnos como el Cuatripartito y adiós al Teide, al Mulhacén y al Sistema Ibérico. Bienvenidos a los Balcanes.
Si nuestro voto vale tan poco, no sé por qué hemos de pagar impuestos. Si los españoles son tan viles de aceptar un Gobierno que los trata con diferente rasero según donde vivan, lo razonable sería acogerse a la protección de alguna potencia extranjera capaz de gestionar por un precio razonable y sin rubores excesivos las obligaciones y derechos que como ciudadanos de la Unión Europea aún tengamos. Por poco tiempo, claro, porque cuando uno acepta su condición de súbdito, es inevitable que pierda la de ciudadano.Destruída España, apuñalada por la espalda, votar y pagar impuestos son empresas inútiles y ruinosas. Y hay que ahorrar para la que se nos viene encima.
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Tuesday, January 17, 2006
Comentarios Liberales (XXXV)
COMENTARIOS LIBERALES
Orgánica y avanzada
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
17/01/2006
Ya le han puesto el adjetivo, señal inequívoca de que quieren cargársela. Cada vez que un partido político, régimen o sistema despótico quiere liquidar la democracia, lo primero que hace es adjetivarla. Los comunistas la llamaron «popular» y era cualquier cosa menos democrática. Franco, en la tradicional estela mussoliniana, denominó «democracia orgánica» a su dictadura. ZP, por boca de Moraleda la bautizó ayer como «democracia avanzada».Eso significa que nunca llegaremos a saber muy bien lo que significa «avanzada», pero seguro que no es democracia. Lo «orgánico» franquista se hace «avanzado» con ZP. Y es lógico: cuando los regímenes que le gustan son los de Castro y Chávez, menos liberalismo y democracia, podemos esperar cualquier cosa.
Lo asombroso de este tinglado zapateril que no llega a Gobierno pero ya parece régimen, que funge de república con rehenes reales, que cambia la Constitución por la espalda y rompe la legalidad por la cara, que cifra, en fin, sus anhelos políticos en ganar la guerra que hace 70 años perdió el partido que la desató, el PSOE, o sea el suyo, es lo que piadosamente suele llamarse su adanismo. Vamos, que el inquilino monclovita actúa como si acabara de descubrir el mundo y empezara a nombrar los continentes, los mares, los charcos y los bichos de todo pelaje y condición. De no llegar a «presidente por accidente», como lo denominó un periódico anglosajón, yo no sé qué habría sido de ZP. A lo mejor era como ese 2% de norteamericanos que desconocen la muerte de Kennedy, o ese 4% que no sólo ignora que el ser humano ha llegado a la Luna sino que, cuando se les dice, responden «¡Ca!». Vamos, que no se lo creen. Naturalmente, eso sólo pasa en los USA, donde no son capaces ni de hacer frente a un huracán y por eso vienen a tomar lecciones a Guadalajara. De Europa, en cambio, vienen los tres grandes descubridores de la Humanidad: Bouvard, Pécuchet y Zetapé.
Lo muy avanzado de la democracia zapaterina estamos viéndolo estos días con descarnada claridad. Es favorecer la OPA sobre Endesa tras los 1.000 millones regalados por los opantes al ministro del ramo, con el propio presidente presionando a Durao Barroso para favorecer a la Caixa. Es reconocer a un Parlamento regional como el de Cataluña capacidad de veto sobre el Parlamento nacional.Es aceptar que en buena parte parte de España se prohiba la enseñanza en lengua española. Es aceptar que se multe a los comerciantes que rotulen sus establecimientos en español. Es dejar reunirse a una facción terrorista ilegalizada para hacer una lectura «avanzada» de una ley «restrictiva», si alguna no lo fuera. En fin, con ZP, nuestra democracia avanza... hacia la dictadura.
Orgánica y avanzada
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
17/01/2006
Ya le han puesto el adjetivo, señal inequívoca de que quieren cargársela. Cada vez que un partido político, régimen o sistema despótico quiere liquidar la democracia, lo primero que hace es adjetivarla. Los comunistas la llamaron «popular» y era cualquier cosa menos democrática. Franco, en la tradicional estela mussoliniana, denominó «democracia orgánica» a su dictadura. ZP, por boca de Moraleda la bautizó ayer como «democracia avanzada».Eso significa que nunca llegaremos a saber muy bien lo que significa «avanzada», pero seguro que no es democracia. Lo «orgánico» franquista se hace «avanzado» con ZP. Y es lógico: cuando los regímenes que le gustan son los de Castro y Chávez, menos liberalismo y democracia, podemos esperar cualquier cosa.
Lo asombroso de este tinglado zapateril que no llega a Gobierno pero ya parece régimen, que funge de república con rehenes reales, que cambia la Constitución por la espalda y rompe la legalidad por la cara, que cifra, en fin, sus anhelos políticos en ganar la guerra que hace 70 años perdió el partido que la desató, el PSOE, o sea el suyo, es lo que piadosamente suele llamarse su adanismo. Vamos, que el inquilino monclovita actúa como si acabara de descubrir el mundo y empezara a nombrar los continentes, los mares, los charcos y los bichos de todo pelaje y condición. De no llegar a «presidente por accidente», como lo denominó un periódico anglosajón, yo no sé qué habría sido de ZP. A lo mejor era como ese 2% de norteamericanos que desconocen la muerte de Kennedy, o ese 4% que no sólo ignora que el ser humano ha llegado a la Luna sino que, cuando se les dice, responden «¡Ca!». Vamos, que no se lo creen. Naturalmente, eso sólo pasa en los USA, donde no son capaces ni de hacer frente a un huracán y por eso vienen a tomar lecciones a Guadalajara. De Europa, en cambio, vienen los tres grandes descubridores de la Humanidad: Bouvard, Pécuchet y Zetapé.
Lo muy avanzado de la democracia zapaterina estamos viéndolo estos días con descarnada claridad. Es favorecer la OPA sobre Endesa tras los 1.000 millones regalados por los opantes al ministro del ramo, con el propio presidente presionando a Durao Barroso para favorecer a la Caixa. Es reconocer a un Parlamento regional como el de Cataluña capacidad de veto sobre el Parlamento nacional.Es aceptar que en buena parte parte de España se prohiba la enseñanza en lengua española. Es aceptar que se multe a los comerciantes que rotulen sus establecimientos en español. Es dejar reunirse a una facción terrorista ilegalizada para hacer una lectura «avanzada» de una ley «restrictiva», si alguna no lo fuera. En fin, con ZP, nuestra democracia avanza... hacia la dictadura.
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Monday, January 16, 2006
Comentarios Liberales (XXXIV)
Los separadores
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
16/01/2006
Con el blindaje de competencias del Estatuto frente a la Constitución, queda ya perfilado con atroz claridad el acuerdo del PRISOE con los separatistas catalanes. Y en el orden intelectual, tiene una ventaja. Hasta ahora, existía una banalidad convertida en latiguillo: la unidad y subsistencia de la nación española -decían- tenía dos enemigos: los separatistas y los que, por extremar su celo contra los separatistas, se convertían en «separadores».¿Y por qué eran separadores los que no querían la separación? Pues porque como seres mesetarios e inflexibles, centralistas burdos, castellanos incapaces de entender la rica diversidad de las Españas, no veían que lo único que latía en el fondo del fondo de las demandas naZionalistas no era el afán de independencia sino una sana descentralización político-administrativa que, una vez pactada, disiparía el separatismo. Y claro, como estos zotes de corral ni pactaban ni entendían nada, al final provocaban el separatismo que querían evitar. Nunca nos explicaron por qué un regionalista dejaba de serlo y se convertía en separatista si le llevaban la contraria. Lo lógico es insistir en lo que uno quiere y no en lo que uno no quiere. Nadie nos lo aclaró.Y tampoco por qué, si los naZionalistas no querían destruir España, proclamaban la necesidad última de fundar su propio Estado, proyecto incompatible con una pacífica reformulación del existente.
En realidad, esa bobada de los «separadores» es la prueba de una enfermedad grave, la deserción izquierdista de la idea de España, pero que se manifiesta de forma leve, como ocurrencia de casino o simple memez arrojadiza. La arrastramos, al menos, desde la II República y pese al decisivo fracaso que el Estatuto catalán supuso para aquel régimen, de nada ha servido el terrorífico obituario escrito por Azaña y compañía.
Que la culpa de la separación radique en los que no se quieren separar es una paradoja muy propia de izquierdistas y separatistas, seres angelicales que nunca son responsables de nada, y que hasta de destruir España, empresa a la que dedican todo su afán, le echan la culpa a Madrid. Sin embargo, la historia del último siglo y en especial la del régimen de 1978 prueba que los naZionalistas jamás se dan por satisfechos. Ni siquiera con la independencia, porque encima piden compensaciones «históricas» en tierras y dineros. Ante eso, lo coherente no es negociar el separatismo sino combatirlo.
Como decía Julián Marías, no se puede contentar a quienes no se quieren contentar. También pidió que le explicaran la diferencia entre nación y nacionalidad del Título VIII... y hasta hoy. A cambio, queda ya claro lo de separatistas y separadores. Separatistas son los de siempre: los naZionalistas. Separadores, los del PRISOE, que por seguir en el Poder y por odio a la Derecha, han pactado con los separatistas la liquidación de España. A la vista está.
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
16/01/2006
Con el blindaje de competencias del Estatuto frente a la Constitución, queda ya perfilado con atroz claridad el acuerdo del PRISOE con los separatistas catalanes. Y en el orden intelectual, tiene una ventaja. Hasta ahora, existía una banalidad convertida en latiguillo: la unidad y subsistencia de la nación española -decían- tenía dos enemigos: los separatistas y los que, por extremar su celo contra los separatistas, se convertían en «separadores».¿Y por qué eran separadores los que no querían la separación? Pues porque como seres mesetarios e inflexibles, centralistas burdos, castellanos incapaces de entender la rica diversidad de las Españas, no veían que lo único que latía en el fondo del fondo de las demandas naZionalistas no era el afán de independencia sino una sana descentralización político-administrativa que, una vez pactada, disiparía el separatismo. Y claro, como estos zotes de corral ni pactaban ni entendían nada, al final provocaban el separatismo que querían evitar. Nunca nos explicaron por qué un regionalista dejaba de serlo y se convertía en separatista si le llevaban la contraria. Lo lógico es insistir en lo que uno quiere y no en lo que uno no quiere. Nadie nos lo aclaró.Y tampoco por qué, si los naZionalistas no querían destruir España, proclamaban la necesidad última de fundar su propio Estado, proyecto incompatible con una pacífica reformulación del existente.
En realidad, esa bobada de los «separadores» es la prueba de una enfermedad grave, la deserción izquierdista de la idea de España, pero que se manifiesta de forma leve, como ocurrencia de casino o simple memez arrojadiza. La arrastramos, al menos, desde la II República y pese al decisivo fracaso que el Estatuto catalán supuso para aquel régimen, de nada ha servido el terrorífico obituario escrito por Azaña y compañía.
Que la culpa de la separación radique en los que no se quieren separar es una paradoja muy propia de izquierdistas y separatistas, seres angelicales que nunca son responsables de nada, y que hasta de destruir España, empresa a la que dedican todo su afán, le echan la culpa a Madrid. Sin embargo, la historia del último siglo y en especial la del régimen de 1978 prueba que los naZionalistas jamás se dan por satisfechos. Ni siquiera con la independencia, porque encima piden compensaciones «históricas» en tierras y dineros. Ante eso, lo coherente no es negociar el separatismo sino combatirlo.
Como decía Julián Marías, no se puede contentar a quienes no se quieren contentar. También pidió que le explicaran la diferencia entre nación y nacionalidad del Título VIII... y hasta hoy. A cambio, queda ya claro lo de separatistas y separadores. Separatistas son los de siempre: los naZionalistas. Separadores, los del PRISOE, que por seguir en el Poder y por odio a la Derecha, han pactado con los separatistas la liquidación de España. A la vista está.
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Friday, January 13, 2006
Comentarios Liberales (XXXIII)
Cruda realidad
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
13/01/2006
En su siglo largo de existencia, el PSOE ha acreditado, con notables pero escasas excepciones, que para él es mucho más importante el partido, la secta, la facción, la Izquierda, que la Nación española. Sin embargo, sus proyectos de régimen dictatorial (en la ortodoxia marxista), hegemónicos (en la tradición masónica del PRI o la II República) o una mezcla de ambos, como las «democracias populares» de la Europa del Este (que precisamente se ensayaron por primera vez en España bajo los gobiernos presididos por los socialistas Negrín y Largo Caballero) trataban generalmente de conjuntar su proyecto de poder con la continuidad de España, si bien privándola de algunas de sus raíces esenciales, como la herencia cristiana y romana o la tradición liberal y nacional que ve la luz con la Constitución de 1812.
El gran cambio que se ha producido en el PSOE actual con respecto al de Iglesias, Prieto, Largo, Negrín e incluso González y Guerra, esta mutación de la que ZP puede ser el mayor culpable pero del que responsables son todos los líderes socialistas, es que una vez subsumida buena parte de la soberanía nacional en la UE, los proyectos de hegemonía social, política, económica y cultural de la izquierda, es decir, del PRISOE, prescinden ya de la continuidad de la Nación española. Y como la idea de España es justamente el factor esencial que distingue al PP del PSOE, la estrategia de ZP para instalarse indefinidamente en el poder pasa por cargarse la Constitución por su base, que es la Nación española, y forjar un bloque social que impida la vuelta de la derecha al poder, es decir, la alternancia democrática.
El precio de los separatistas para formar parte de ese bloque zapateril ya ha sido aceptado: es el fin del régimen constitucional español, desde el concepto de Nación, que supone la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley, hasta la lengua común. Y por si lo político no bastara, he ahí la OPA sobre Endesa. Un castizo diría: «y encima, poner la cama». Los que todavía esperan un recorte sustancial del Estatuto de Cataluña, que no incluya la palabra «nación» o que no decrete la obligatoriedad de conocer el catalán, son los mismos que proclamaban que no habría Estatuto.Pero no es que calcularan mal, es que les da miedo reconocer la naturaleza del proyecto político de ZP, nítidamente ilegal, despótico y antinacional.
Al desechar la idea de nación, el PSOE hace pedazos la sociedad española y la aboca al enfrentamiento civil. Siempre asusta reconocer la cruda realidad, sobre todo cuando anuncia ruina y sacrificio, pero ésta es ya inocultable. Como diría una brillante columnista, nuestro Evo se llama Adán. Le cuadraría mejor Judas.
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
13/01/2006
En su siglo largo de existencia, el PSOE ha acreditado, con notables pero escasas excepciones, que para él es mucho más importante el partido, la secta, la facción, la Izquierda, que la Nación española. Sin embargo, sus proyectos de régimen dictatorial (en la ortodoxia marxista), hegemónicos (en la tradición masónica del PRI o la II República) o una mezcla de ambos, como las «democracias populares» de la Europa del Este (que precisamente se ensayaron por primera vez en España bajo los gobiernos presididos por los socialistas Negrín y Largo Caballero) trataban generalmente de conjuntar su proyecto de poder con la continuidad de España, si bien privándola de algunas de sus raíces esenciales, como la herencia cristiana y romana o la tradición liberal y nacional que ve la luz con la Constitución de 1812.
El gran cambio que se ha producido en el PSOE actual con respecto al de Iglesias, Prieto, Largo, Negrín e incluso González y Guerra, esta mutación de la que ZP puede ser el mayor culpable pero del que responsables son todos los líderes socialistas, es que una vez subsumida buena parte de la soberanía nacional en la UE, los proyectos de hegemonía social, política, económica y cultural de la izquierda, es decir, del PRISOE, prescinden ya de la continuidad de la Nación española. Y como la idea de España es justamente el factor esencial que distingue al PP del PSOE, la estrategia de ZP para instalarse indefinidamente en el poder pasa por cargarse la Constitución por su base, que es la Nación española, y forjar un bloque social que impida la vuelta de la derecha al poder, es decir, la alternancia democrática.
El precio de los separatistas para formar parte de ese bloque zapateril ya ha sido aceptado: es el fin del régimen constitucional español, desde el concepto de Nación, que supone la igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley, hasta la lengua común. Y por si lo político no bastara, he ahí la OPA sobre Endesa. Un castizo diría: «y encima, poner la cama». Los que todavía esperan un recorte sustancial del Estatuto de Cataluña, que no incluya la palabra «nación» o que no decrete la obligatoriedad de conocer el catalán, son los mismos que proclamaban que no habría Estatuto.Pero no es que calcularan mal, es que les da miedo reconocer la naturaleza del proyecto político de ZP, nítidamente ilegal, despótico y antinacional.
Al desechar la idea de nación, el PSOE hace pedazos la sociedad española y la aboca al enfrentamiento civil. Siempre asusta reconocer la cruda realidad, sobre todo cuando anuncia ruina y sacrificio, pero ésta es ya inocultable. Como diría una brillante columnista, nuestro Evo se llama Adán. Le cuadraría mejor Judas.
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Comentarios LIberales (XXXII)
Si nosotros...
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
12/01/2006
Uno de los argumentos o latiguillos que mejor definen el discurso político del centro-derecha español es el que compara las dos varas de medir que se utilizan para valorar el comportamiento de los líderes y los partidos según sean de Izquierda o de Derecha.
Cuando algún jerarca del PRISOE perpetra una fechoría, comete un abuso o mete la pata hasta el corvejón, no es raro que cualquier político del PP nos diga:
-Si nosotros llegamos a hacer una cosa así, la que nos estaría cayendo.
O bien:
-Si nosotros hacemos algo así, ¡la que estarían montando los periodistas!
Ese es el momento en que yo paso al contraataque con mi fórmula favorita:
-Si vosotros no admitierais de hecho la superioridad moral de la Izquierda y no os hubierais rendido vilmente a Polanco, no habría ese doble rasero para PP y PSOE.
Pero reconozco que hay veces en que incluso a mí, que detesto el centrismo quejica, me sale el «si nosotros». Por ejemplo, ante el recital de embustes y atrocidades liberticidas de ZP en el Ritz, ámbito muy adecuado para entender la verdadera naturaleza del socialismo del siglo XXI: intervencionismo ilimitado y muchísima pasta gansa. Además de decir que el debate sobre el CAC a escala nacional «es ficticio» (pese a haberlo anunciado ya Montilla y haberlo puesto en marcha sus secuaces en Cataluña), ZP se superó a sí mismo poniéndose al frente de la OPA sobre Endesa sin temor al qué dirán, es decir, al «si nosotros».
Al Gobierno le han descubierto mil millones de presunto soborno en forma de condonación de crédito al ministro del ramo Montilla; la presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) Maite Costa también se ha beneficiado como miembro del PSC del crédito amontillado y además seguía siendo consejera de dos sociedades de la Caixa mientras la favorecía en sus resoluciones opáceas; a ningún ciudadano decente dejará de abochornarle el partidismo descarado de Solbes, Conthe, Borrell y compañía en esta OPA que culmina uno de los puntos del separatista y liberticida pacto del Tinell.
¿Cómo olvidar el viaje nocturno de Durao Barroso a Madrid, llamado urgentemente por ZP para hurtar a la Unión Europea la jurisdicción sobre la OPA?
Si un ministro del PP hubiera recibido los mil millones de Montilla, ni sería ya ministro ni seguramente del PP. Si Aznar hubiera llamado a su amigote portugués a La Moncloa para favorecer a una empresa contra otra, caerían chuzos de punta sobre el ex-presidente, que al lado de ZP es ya como Isabel I 'La Católica' al lado de Isabel II, el pendón. «Si nosotros...». Pero son «ellos».
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
12/01/2006
Uno de los argumentos o latiguillos que mejor definen el discurso político del centro-derecha español es el que compara las dos varas de medir que se utilizan para valorar el comportamiento de los líderes y los partidos según sean de Izquierda o de Derecha.
Cuando algún jerarca del PRISOE perpetra una fechoría, comete un abuso o mete la pata hasta el corvejón, no es raro que cualquier político del PP nos diga:
-Si nosotros llegamos a hacer una cosa así, la que nos estaría cayendo.
O bien:
-Si nosotros hacemos algo así, ¡la que estarían montando los periodistas!
Ese es el momento en que yo paso al contraataque con mi fórmula favorita:
-Si vosotros no admitierais de hecho la superioridad moral de la Izquierda y no os hubierais rendido vilmente a Polanco, no habría ese doble rasero para PP y PSOE.
Pero reconozco que hay veces en que incluso a mí, que detesto el centrismo quejica, me sale el «si nosotros». Por ejemplo, ante el recital de embustes y atrocidades liberticidas de ZP en el Ritz, ámbito muy adecuado para entender la verdadera naturaleza del socialismo del siglo XXI: intervencionismo ilimitado y muchísima pasta gansa. Además de decir que el debate sobre el CAC a escala nacional «es ficticio» (pese a haberlo anunciado ya Montilla y haberlo puesto en marcha sus secuaces en Cataluña), ZP se superó a sí mismo poniéndose al frente de la OPA sobre Endesa sin temor al qué dirán, es decir, al «si nosotros».
Al Gobierno le han descubierto mil millones de presunto soborno en forma de condonación de crédito al ministro del ramo Montilla; la presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) Maite Costa también se ha beneficiado como miembro del PSC del crédito amontillado y además seguía siendo consejera de dos sociedades de la Caixa mientras la favorecía en sus resoluciones opáceas; a ningún ciudadano decente dejará de abochornarle el partidismo descarado de Solbes, Conthe, Borrell y compañía en esta OPA que culmina uno de los puntos del separatista y liberticida pacto del Tinell.
¿Cómo olvidar el viaje nocturno de Durao Barroso a Madrid, llamado urgentemente por ZP para hurtar a la Unión Europea la jurisdicción sobre la OPA?
Si un ministro del PP hubiera recibido los mil millones de Montilla, ni sería ya ministro ni seguramente del PP. Si Aznar hubiera llamado a su amigote portugués a La Moncloa para favorecer a una empresa contra otra, caerían chuzos de punta sobre el ex-presidente, que al lado de ZP es ya como Isabel I 'La Católica' al lado de Isabel II, el pendón. «Si nosotros...». Pero son «ellos».
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Wednesday, January 11, 2006
"Hasta ahí podíamos llegar"
"Aspiro a decir cosas que tengan sentido común y dije, y desde luego lo reitero, que yo no puedo sentirme molesto porque un militar coja la Constitución la lea y la defienda. Que lo que me preocuparía es el militar que no quiere leer la Constitución porque está en contra de ella. Aquí en este país nos ha preocupado siempre cuando los militares no han sido constitucionalistas, pero, claro, que los militares se declaren defensores de la Constitución, pues sólo faltaría que les arrestara el ministro de Defensa por defender la Constitución, por defender la igualdad, por defender los valores constitucionales. Hasta ahí podíamos llegar."
José Bono.11 de octubre de 2005
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Comentarios Liberales (XXXI)
COMENTARIOS LIBERALES
'Hospital Gulaguet'
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
11/01/2006
Pocas fechorías liberticidas en la Cataluña naZionalista pueden sorprenderme. Desde 1979, cuando publiqué Lo que queda de España, vengo denunciando y, por ende, padeciendo las coces de esa dictadura naZionalista que empezó siendo silenciosa y que ahora, cerca ya de su meta, resulta estrepitosa. Como dice Arcadi Espada, también yo he visto -de cerca y de lejos- cómo Pujol construía una nación definida por la falta de libertades, cuya religión pagana era la lengua y cuya policía era a la vez política, ideológica, lingüística, laboral, educativa y empresarial. El que ha querido ha podido ver cómo desde que el admirable Tarradellas dejó la Presidencia de la Generalidad, año tras año y Gobierno a Gobierno, en Cataluña se forjaba esa dictadura implacable mediante una represión aparentemente invisible, porque al estar en todas partes no parece estar en ninguna. Salvo que te atrevas a opinar en contra del dogma identitario. Entonces, como en los galos de Asterix, el cielo puede desplomarse sobre tu cabeza. ¡El Cielo del Poder!
Pero aún así, me ha sorprendido la atrocidad publicada ayer por El Mundo y que revela el salto que en el orden maníaco-represivo se ha producido de Pujol al Tripartito. Robar desde la propia Administración autonómica centenares de expedientes clínicos de distintos hospitales para comprobar si los médicos hablan con sus pacientes en catalán o en castellano no es, aparentemente, muy distinto de la orden de la Generalidad hace unos meses prohibiendo en los centros educativos de Tarragona que los profesores hablaran en castellano entre sí por los pasillos, o con los alumnos, o con los padres de los alumnos. Es decir, la aplicación práctica de esa obligatoriedad de saber catalán que define el nuevo Estatuto de Cataluña y que ya ha aceptado ZP.
¿Y por qué me parece peor la represión totalitaria en los hospitales que en los juzgados o las escuelas? Pues porque esos historiales clínicos guardan en sus folios el sufrimiento de una persona y, si el médico es decente, el sufrimiento para evitarlo. Y cuando ya ni el sufrimiento es barrera para la policía política, cuando el ser humano deja de ser humano para convertirse en obstáculo reciclable o desechable, esa dictadura no es ya autoritaria sino decididamente totalitaria. Para los nazis, los judíos no eran personas, cuerpos que podían gozar o sufrir, sino obstáculos en el desarrollo del Reich. Para los comunistas soviéticos, los enemigos de la revolución en los años 60 dejaron de ser carne de cárcel para convertirse en carne de psiquiátrico. Un disidente ya no era un criminal sino un loco porque sólo un loco podía negar la infinita bondad del socialismo. Supongo que Carod y ZP inaugurarán pronto el Hospital Gulaguet, para liberales irrecuperables.
'Hospital Gulaguet'
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
11/01/2006
Pocas fechorías liberticidas en la Cataluña naZionalista pueden sorprenderme. Desde 1979, cuando publiqué Lo que queda de España, vengo denunciando y, por ende, padeciendo las coces de esa dictadura naZionalista que empezó siendo silenciosa y que ahora, cerca ya de su meta, resulta estrepitosa. Como dice Arcadi Espada, también yo he visto -de cerca y de lejos- cómo Pujol construía una nación definida por la falta de libertades, cuya religión pagana era la lengua y cuya policía era a la vez política, ideológica, lingüística, laboral, educativa y empresarial. El que ha querido ha podido ver cómo desde que el admirable Tarradellas dejó la Presidencia de la Generalidad, año tras año y Gobierno a Gobierno, en Cataluña se forjaba esa dictadura implacable mediante una represión aparentemente invisible, porque al estar en todas partes no parece estar en ninguna. Salvo que te atrevas a opinar en contra del dogma identitario. Entonces, como en los galos de Asterix, el cielo puede desplomarse sobre tu cabeza. ¡El Cielo del Poder!
Pero aún así, me ha sorprendido la atrocidad publicada ayer por El Mundo y que revela el salto que en el orden maníaco-represivo se ha producido de Pujol al Tripartito. Robar desde la propia Administración autonómica centenares de expedientes clínicos de distintos hospitales para comprobar si los médicos hablan con sus pacientes en catalán o en castellano no es, aparentemente, muy distinto de la orden de la Generalidad hace unos meses prohibiendo en los centros educativos de Tarragona que los profesores hablaran en castellano entre sí por los pasillos, o con los alumnos, o con los padres de los alumnos. Es decir, la aplicación práctica de esa obligatoriedad de saber catalán que define el nuevo Estatuto de Cataluña y que ya ha aceptado ZP.
¿Y por qué me parece peor la represión totalitaria en los hospitales que en los juzgados o las escuelas? Pues porque esos historiales clínicos guardan en sus folios el sufrimiento de una persona y, si el médico es decente, el sufrimiento para evitarlo. Y cuando ya ni el sufrimiento es barrera para la policía política, cuando el ser humano deja de ser humano para convertirse en obstáculo reciclable o desechable, esa dictadura no es ya autoritaria sino decididamente totalitaria. Para los nazis, los judíos no eran personas, cuerpos que podían gozar o sufrir, sino obstáculos en el desarrollo del Reich. Para los comunistas soviéticos, los enemigos de la revolución en los años 60 dejaron de ser carne de cárcel para convertirse en carne de psiquiátrico. Un disidente ya no era un criminal sino un loco porque sólo un loco podía negar la infinita bondad del socialismo. Supongo que Carod y ZP inaugurarán pronto el Hospital Gulaguet, para liberales irrecuperables.
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Tuesday, January 10, 2006
Comentarios Liberales (XXX)
Mena y más
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
10/01/2006
Reconozco mi sorpresa ante el apoyo que en los sitios y entre las personas más insospechadas está cosechando el discurso o, más bien, la actitud del general Mena. A mí, como seguidor de las hazañas y tribulaciones del primer Cánovas, me preocupa la mezcla de civiles y militares en cualquier proyecto político, especialmente si como el de la Restauración en 1874 o el régimen de 1978 son de orden liberal. Liberalismo y poder civil son o deben ser siempre sinónimos pero, ay, cuando una sociedad civil es débil, lo militar se hace presente de una u otra forma. El mayor disgusto de Cánovas -tan bien historiado por Ricardo de la Cierva- fue que, cuando ya tenía en la mano el éxito de la conspiración monárquica para traer a Alfonso XII como guinda y corona del sistema de partidos turnantes, (obligando a Isabel II a morirse de asco en París), se le adelantase en Sagunto el general Martínez Campos. España estaba madura para el cambio de régimen y es siempre más fácil seguir a un militar que a un civil. Supongo que se siente uno más protegido. No es mi caso, pero está claro que en ese aspecto soy poco representativo.
Cuando la realidad política no es la que uno pretende, lo honrado desde el punto de vista intelectual no es sólo combatirla si nos resulta intolerable sino, además, tratar de entenderla, aunque sólo sea para combatirla mejor. Así que trato de entender por qué tanta gente que no es militarista ni golpista ni aspira a otro régimen que el constitucional para España ha acogido con tanta simpatía el pequeño pronunciamiento constitucional de Mena. Ayer dije en la Cope que a mí los militares como más me gustan son calladitos y reconozco que buena parte de la audiencia no se mostró precisamente entusiasmada, al contrario. ¿Y por qué? Pues porque aunque la gente que sigue la Cope sólo quiera básicamente mantener la Nación y la Constitución, y aunque el propio Mena no pretendiera otra cosa, está claro que la situación en España está entrando a toda velocidad en un periodo revolucionario. La sensación de impotencia y desamparo en el pueblo llano, la clamorosa ausencia o la flagrante impotencia de las instituciones que deberían impedir la quiebra del régimen constitucional y la creciente conciencia popular de que el Gobierno de ZP y sus aliados separatistas están a punto de perpetrar un golpe de Estado encubierto contra la Nación y la Constitución a través del Estatuto de Cataluña ha calado hondo en la opinión pública. Un aficionado a la Historia diría que es normal que cuando se empieza por financiar desde el Gobierno la apertura de las fosas comunes del 36 o se instala el guerracivilismo como agresiva ideología oficial, se acabe tropezando con un general al que mucha gente se aferra como a un clavo ardiendo. Mena no es una enfermedad, pero, muy a mi pesar, debo reconocer que sí es un síntoma.
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
10/01/2006
Reconozco mi sorpresa ante el apoyo que en los sitios y entre las personas más insospechadas está cosechando el discurso o, más bien, la actitud del general Mena. A mí, como seguidor de las hazañas y tribulaciones del primer Cánovas, me preocupa la mezcla de civiles y militares en cualquier proyecto político, especialmente si como el de la Restauración en 1874 o el régimen de 1978 son de orden liberal. Liberalismo y poder civil son o deben ser siempre sinónimos pero, ay, cuando una sociedad civil es débil, lo militar se hace presente de una u otra forma. El mayor disgusto de Cánovas -tan bien historiado por Ricardo de la Cierva- fue que, cuando ya tenía en la mano el éxito de la conspiración monárquica para traer a Alfonso XII como guinda y corona del sistema de partidos turnantes, (obligando a Isabel II a morirse de asco en París), se le adelantase en Sagunto el general Martínez Campos. España estaba madura para el cambio de régimen y es siempre más fácil seguir a un militar que a un civil. Supongo que se siente uno más protegido. No es mi caso, pero está claro que en ese aspecto soy poco representativo.
Cuando la realidad política no es la que uno pretende, lo honrado desde el punto de vista intelectual no es sólo combatirla si nos resulta intolerable sino, además, tratar de entenderla, aunque sólo sea para combatirla mejor. Así que trato de entender por qué tanta gente que no es militarista ni golpista ni aspira a otro régimen que el constitucional para España ha acogido con tanta simpatía el pequeño pronunciamiento constitucional de Mena. Ayer dije en la Cope que a mí los militares como más me gustan son calladitos y reconozco que buena parte de la audiencia no se mostró precisamente entusiasmada, al contrario. ¿Y por qué? Pues porque aunque la gente que sigue la Cope sólo quiera básicamente mantener la Nación y la Constitución, y aunque el propio Mena no pretendiera otra cosa, está claro que la situación en España está entrando a toda velocidad en un periodo revolucionario. La sensación de impotencia y desamparo en el pueblo llano, la clamorosa ausencia o la flagrante impotencia de las instituciones que deberían impedir la quiebra del régimen constitucional y la creciente conciencia popular de que el Gobierno de ZP y sus aliados separatistas están a punto de perpetrar un golpe de Estado encubierto contra la Nación y la Constitución a través del Estatuto de Cataluña ha calado hondo en la opinión pública. Un aficionado a la Historia diría que es normal que cuando se empieza por financiar desde el Gobierno la apertura de las fosas comunes del 36 o se instala el guerracivilismo como agresiva ideología oficial, se acabe tropezando con un general al que mucha gente se aferra como a un clavo ardiendo. Mena no es una enfermedad, pero, muy a mi pesar, debo reconocer que sí es un síntoma.
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Monday, January 09, 2006
Comentarios Liberales (XXIX)
Tras el descanso navideño, retomamos la publicación de la columna diaria de Federico Jiménez Losantos en el diario "El Mundo". Hoy, con el tema estrella del fin de semana, el de un Teniente General con arrestos, que dice lo que muchos piensan, y que ha sido irregular y excesivamente ajusticiado.
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COMENTARIOS LIBERALES
Sables rotos
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
09/01/2006
El arresto domiciliario y previsible destitución del teniente general Mena por su medido y pensado discurso sevillano en defensa de la Constitución, incluido el famoso artículo 8 (casi tan discutible como lo de «nacionalidades y regiones», porque no define el mecanismo de actuación militar a las órdenes del Gobierno para defender el orden constitucional) ha provocado cierto estupor estético y ha agravado la creciente y ya indisimulable inquietud política. El estupor reside en lo anacrónico y casi grotesco de la sanción de arresto semanal en casa, un castigo muy poco logsiano y posmoderno pero que, con Bono de por medio, se explica perfectamente: así no podrá hacer declaraciones mientras él explica las hazañas militares de nuestra Armada en esa guerra de Irak de la que hemos desertado pero en la que seguimos luchando junto a americanos y británicos. Imagínense que Mena, roto el precinto de su silencio y harto de verse insultado por los socios separatistas de ZP y Bono, dice lo que los militares tenían que haber dicho sobre la desvergonzada manipulación de los soldados muertos y de los vivos, del Yak a Afganistán, de las misiones de paz que son acciones de guerra y de este ministrazo que dice que prefiere morir a matar. O sea, que además de mentir, no pinta nada en el cargo.
Después de leerme el discurso de Mena, que no es tan malo como el del JEMAD Sanz de hace tres meses, diciendo que el Ejército «tiene interés en el mantenimiento del orden constitucional» (como si en vez de un juramento tuviera un crédito de la Caixa) o el hórrido artículo de autobombo del susodicho publicado en La Razón el 6 de Enero, pero que tampoco alcanza la intensidad de la arenga patriótica de Bono en la Pascua militar del año pasado, mi preocupación es de orden estilístico. Los que vivimos la época del ruido de sables -y a mí me fichó Pedro Jota nada menos que al empezar el juicio de Campamento contra los golpistas del 23-F, donde, entérese López Garrido, no sólo se arrestó en democracia a un teniente general sino que le cayeron treinta años- sabemos que ese discurso no encaja con la tradición y la lógica de actuaciones que rompan la cadena de mando. Un amigo me dice que lo que Mena leyó, sin margen a la improvisación o al grito, es un dictamen jurídico militar sobre las consecuencias del Estatuto de Cataluña. ¿Y qué sentido tendría? A mi juicio, marcar la posición legal y moral de los militares ante la liquidación del régimen constitucional por su base, que es la existencia misma de la Nación española. Vamos, que no se dejarán aplicar la eutanasia activa. Previsible. Lo peor es que una asociación militar (AUME) ha jaleado la sanción a Mena mientras otra (AME) la ha criticado. O sea, que no hay ruido de sables, sino sables rotos. ZP también se ha cargado la silente unidad del Ejército.Con Bono.
posted by rhoads at 5:11 PM
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La estrella polar es realmente un sistema triple
Hoy se ha presentado en la reunión anual de la American Astronomical Society la primera imagen, tomada por el telecopio espacial Hubble, de la tercera estrella del sistema de la estrella polar.
Más información aquí
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Thursday, January 05, 2006
Homos y Heteros
Copio este artículo de Enrique Monasterio (via Conoze.com) que me ha resultado muy simpático, a la par que dice verdades como puños.
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Homos y heteros
Hace un par de meses escribí en esta página que no me parecía serio llamar "creyentes" a los cristianos, ya que, en el fondo, somos bastante más descreídos que los ateos; creemos en muy pocas cosas, y no militamos en la tropa de los que siguen a pie juntillas los incontables dogmas de la posmodernidad. Los fundamentalistas del relativismo, los idólatras de los fetiches laicistas, esos sí que son creyentes.
Hablé de este asunto porque uno se fía poco de los vocablos de moda. En cuanto uno se repite con demasiada frecuencia y salta a la tele, empiezo a cogerle manía o me da la risa.
En aquel artículo, sin embargo, no expliqué del todo por qué la tengo tomada con el sustantivo "creyente". La razón es que se trata de un invento de los que no tienen fe, igual que la palabra "payo" es una creación de los gitanos.
En tiempo de Cervantes, pongamos por caso, no había "creyentes". Todos lo eran salvo dos o tres, y por tanto no era preciso llamarlos de ningún modo. Lo normal no necesita calificativos. Sí lo precisaban en cambio los ateos, o sea, los que se apartaban de esta norma general.
El problema surge cuando el ateísmo y el agnosticismo se convierten en epidémicos. Los incrédulos salen del armario, confiesan con orgullo su alejamiento de Dios, y reivindican su condición de "normales" tratando de que ocupen el armario vacío los que creen en Dios. Luego, cierran la puerta y cuelgan una etiqueta: "los creyentes".
Algo parecido está pasando con otro vocablo recién nacido, que crece, prolifera y se trivializa de un tiempo a esta parte. Me refiero al sustantivo "heterosexual".
-Oye, tío, ¿eres homo o hetero?
Cuando vi que un famosillo de la tele se dirigía en estos términos a otro espécimen de su misma tribu, me dije a mí mismo: "muchacho, aquí hay tema". Y es que hasta hace poco los llamados "heteros" simplemente no existían. Ser heterosexual era como ser bípedo, es decir "normal". Por otra parte, era una verdad pacíficamente sostenida que la atracción de los sexos tenía bastante que ver con la reproducción. De ahí que si alguien se sentía atraído por personas del mismo género o por otro tipo de entes no aptos para la fecundación, se consideraba a todos los efectos que sufría una anomalía. Y las anomalías - aunque no afecten a la dignidad personal- sí que necesitan una palabra en el diccionario para distinguirlas de las situaciones normales.
El diccionario no se conformó con un vocablo; recoge docenas, casi todos despectivos, para identificar la homosexualidad y a los homosexuales. Ojalá -lo digo de todo corazón- esas palabras pasen muy pronto al depósito de cadáveres.
Ahora estamos en el polo opuesto. Era preciso luchar para que se reconociese a esas personas sus derechos. Y en eso estamos. Pero hemos pasado del "todos tenemos idéntica dignidad" al "todos somos normales", que desde luego no es lo mismo.
Ya no hay ciegos, sino invidentes. Y como los ciegos son "normales" habrá que buscar una palabra para "los otros" que también son normales; sólo así se restablecerá la igualdad. De ahí que a los "no ciegos" nos llamen "videntes", como a Rappel.
Otro ejemplo. Este verano fui desposeído de mi vesícula biliar en un quirófano. Os aseguro que no lamento la pérdida, al contrario. Sin embargo, desde entonces soy consciente de que me falta algo: algo no demasiado serio, de acuerdo, pero no me atrevería a decir que es "normal" no tener vesícula, ni que deba sentir el orgullo de carecer de tan curiosa glándula. Si lo pensara, habría que crear al menos dos términos nuevos para considerarme en situación de igualdad con los que no han sufrido una laparoscopia.
-Oye tío, ¿tú eres vesiculado o avesiculado?
Luego inventaríamos el "día del orgullo avesicular". Y que nadie se atreva a meterse con nosotros, porque lo llamaríamos avesiculófobo, que es vocablo la mar de aparente.
-Pero entonces, ¿eres homo o hetero?
-¿Yo? Payo, vidente, hetero y avesiculado.
-Caray...
****
Homos y heteros
Hace un par de meses escribí en esta página que no me parecía serio llamar "creyentes" a los cristianos, ya que, en el fondo, somos bastante más descreídos que los ateos; creemos en muy pocas cosas, y no militamos en la tropa de los que siguen a pie juntillas los incontables dogmas de la posmodernidad. Los fundamentalistas del relativismo, los idólatras de los fetiches laicistas, esos sí que son creyentes.
Hablé de este asunto porque uno se fía poco de los vocablos de moda. En cuanto uno se repite con demasiada frecuencia y salta a la tele, empiezo a cogerle manía o me da la risa.
En aquel artículo, sin embargo, no expliqué del todo por qué la tengo tomada con el sustantivo "creyente". La razón es que se trata de un invento de los que no tienen fe, igual que la palabra "payo" es una creación de los gitanos.
En tiempo de Cervantes, pongamos por caso, no había "creyentes". Todos lo eran salvo dos o tres, y por tanto no era preciso llamarlos de ningún modo. Lo normal no necesita calificativos. Sí lo precisaban en cambio los ateos, o sea, los que se apartaban de esta norma general.
El problema surge cuando el ateísmo y el agnosticismo se convierten en epidémicos. Los incrédulos salen del armario, confiesan con orgullo su alejamiento de Dios, y reivindican su condición de "normales" tratando de que ocupen el armario vacío los que creen en Dios. Luego, cierran la puerta y cuelgan una etiqueta: "los creyentes".
Algo parecido está pasando con otro vocablo recién nacido, que crece, prolifera y se trivializa de un tiempo a esta parte. Me refiero al sustantivo "heterosexual".
-Oye, tío, ¿eres homo o hetero?
Cuando vi que un famosillo de la tele se dirigía en estos términos a otro espécimen de su misma tribu, me dije a mí mismo: "muchacho, aquí hay tema". Y es que hasta hace poco los llamados "heteros" simplemente no existían. Ser heterosexual era como ser bípedo, es decir "normal". Por otra parte, era una verdad pacíficamente sostenida que la atracción de los sexos tenía bastante que ver con la reproducción. De ahí que si alguien se sentía atraído por personas del mismo género o por otro tipo de entes no aptos para la fecundación, se consideraba a todos los efectos que sufría una anomalía. Y las anomalías - aunque no afecten a la dignidad personal- sí que necesitan una palabra en el diccionario para distinguirlas de las situaciones normales.
El diccionario no se conformó con un vocablo; recoge docenas, casi todos despectivos, para identificar la homosexualidad y a los homosexuales. Ojalá -lo digo de todo corazón- esas palabras pasen muy pronto al depósito de cadáveres.
Ahora estamos en el polo opuesto. Era preciso luchar para que se reconociese a esas personas sus derechos. Y en eso estamos. Pero hemos pasado del "todos tenemos idéntica dignidad" al "todos somos normales", que desde luego no es lo mismo.
Ya no hay ciegos, sino invidentes. Y como los ciegos son "normales" habrá que buscar una palabra para "los otros" que también son normales; sólo así se restablecerá la igualdad. De ahí que a los "no ciegos" nos llamen "videntes", como a Rappel.
Otro ejemplo. Este verano fui desposeído de mi vesícula biliar en un quirófano. Os aseguro que no lamento la pérdida, al contrario. Sin embargo, desde entonces soy consciente de que me falta algo: algo no demasiado serio, de acuerdo, pero no me atrevería a decir que es "normal" no tener vesícula, ni que deba sentir el orgullo de carecer de tan curiosa glándula. Si lo pensara, habría que crear al menos dos términos nuevos para considerarme en situación de igualdad con los que no han sufrido una laparoscopia.
-Oye tío, ¿tú eres vesiculado o avesiculado?
Luego inventaríamos el "día del orgullo avesicular". Y que nadie se atreva a meterse con nosotros, porque lo llamaríamos avesiculófobo, que es vocablo la mar de aparente.
-Pero entonces, ¿eres homo o hetero?
-¿Yo? Payo, vidente, hetero y avesiculado.
-Caray...
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Monday, January 02, 2006
¡Feliz Año 2006!
Si, ya sé que es día 2, pero el día 1 prácticamente no existe.
Lo dicho, deseo a todos mis queridos lectores un TREMENDO año nuevo, repleto de alegría de la buena y donde se hagan realidad todos sus proyectos. Y si de paso nos quitamos de encima a nuestro ZP I el castigador pues ya sería un año FABULOSO.
Un abrazo.
posted by rhoads at 10:21 AM
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