Comentarios Liberales (XXXVIII)
COMENTARIOS LIBERALES
'Erotiformes'
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
20/01/2006
Un reciente informe de Comisiones Obreras titulado La atención al público y la salud de las trabajadoras propugna la eliminación de las «connotaciones eróticas» que tienen los uniformes femeninos en algunos trabajos, ya que producen una situación perjudicial para las empleadas.
Por regla general, el sindicato del interminable Fidalgo no produce noticias grotescas, así que ésta me ha llamado poderosamente la atención.
Yo creo que faltan diez minutos, los que le lleve terminar de leer esta columna, para que alguna ministra del Gobierno salte sobre esa idea, la haga suya, la cabalgue y, previo paso por el fielato de lo políticamente correcto y avalada por el Comando Rubalcaba, se convierta en caballo de otra batalla contra la discriminación por razones de género. Es que hay enfermedades contagiosas.
Que los uniformes tienen connotaciones eróticas es indudable. Pero sólo para quien le gusten los uniformes. También la tiene la lencería y a todos se nos ocurren casos en que esa connotación no sólo resulta inexistente sino hasta contraproducente.
Es cierto que algunas azafatas de congreso, por ejemplo, suelen resultar vistosísimas, pero aparte de alegrar honestamente la vista, su uniforme cumple otra función, que es la de hacer notar el servicio que prestan. Si no llevasen uniforme, no sabríamos qué hace una señora o un señor en el pasillo de una convención, por ejemplo, y correríamos el riesgo de preguntar dónde nos sentamos a alguien que mira al frente u otea el horizonte en busca de su pareja, tomando la consulta ubicatoria como un acoso o una ordinariez:
-Mire, esta es mi invitación. ¿Sabe usted dónde tengo que sentarme?
-Espere un momento, que ahora llega mi novio y lo va a sentar de golpe.
Salvo los tacones, no veo contraindicación en los uniformes femeninos, que siguen siendo menos que los masculinos. Las policías, las guardias civiles, las soldados y oficiales de los ejércitos, las médicas, enfermeras, bomberas y hasta toreras llevan un vestido que denota su función. Y la denotación, que apunta al significado directamente, es más importante que la connotación, que lo completa o matiza.
El uniforme denota y, si la percha lo permite, connota eróticamente.Pero imagínense que a los militares les quitan el uniforme. O a los obispos. O a los futbolistas. ¿Qué camisetas venderían Beckham y Ronaldinho?
Las personas pueden resultar atractivas con uniforme o sin él.Pero ojo, doctor Fidalgo, que ya está inventado un uniforme para salvar a las mujeres de cualquier connotación erótica: el burka.
Y la izquierda, ay, está fascinada por el islam.
'Erotiformes'
FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
20/01/2006
Un reciente informe de Comisiones Obreras titulado La atención al público y la salud de las trabajadoras propugna la eliminación de las «connotaciones eróticas» que tienen los uniformes femeninos en algunos trabajos, ya que producen una situación perjudicial para las empleadas.
Por regla general, el sindicato del interminable Fidalgo no produce noticias grotescas, así que ésta me ha llamado poderosamente la atención.
Yo creo que faltan diez minutos, los que le lleve terminar de leer esta columna, para que alguna ministra del Gobierno salte sobre esa idea, la haga suya, la cabalgue y, previo paso por el fielato de lo políticamente correcto y avalada por el Comando Rubalcaba, se convierta en caballo de otra batalla contra la discriminación por razones de género. Es que hay enfermedades contagiosas.
Que los uniformes tienen connotaciones eróticas es indudable. Pero sólo para quien le gusten los uniformes. También la tiene la lencería y a todos se nos ocurren casos en que esa connotación no sólo resulta inexistente sino hasta contraproducente.
Es cierto que algunas azafatas de congreso, por ejemplo, suelen resultar vistosísimas, pero aparte de alegrar honestamente la vista, su uniforme cumple otra función, que es la de hacer notar el servicio que prestan. Si no llevasen uniforme, no sabríamos qué hace una señora o un señor en el pasillo de una convención, por ejemplo, y correríamos el riesgo de preguntar dónde nos sentamos a alguien que mira al frente u otea el horizonte en busca de su pareja, tomando la consulta ubicatoria como un acoso o una ordinariez:
-Mire, esta es mi invitación. ¿Sabe usted dónde tengo que sentarme?
-Espere un momento, que ahora llega mi novio y lo va a sentar de golpe.
Salvo los tacones, no veo contraindicación en los uniformes femeninos, que siguen siendo menos que los masculinos. Las policías, las guardias civiles, las soldados y oficiales de los ejércitos, las médicas, enfermeras, bomberas y hasta toreras llevan un vestido que denota su función. Y la denotación, que apunta al significado directamente, es más importante que la connotación, que lo completa o matiza.
El uniforme denota y, si la percha lo permite, connota eróticamente.Pero imagínense que a los militares les quitan el uniforme. O a los obispos. O a los futbolistas. ¿Qué camisetas venderían Beckham y Ronaldinho?
Las personas pueden resultar atractivas con uniforme o sin él.Pero ojo, doctor Fidalgo, que ya está inventado un uniforme para salvar a las mujeres de cualquier connotación erótica: el burka.
Y la izquierda, ay, está fascinada por el islam.
posted by rhoads at 10:16 AM
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