Comentarios Liberales (LV)

'Helibono'

FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS

14/02/2006

Hasta ahora el caso Bono era sólo uno: el de la fingida agresión al ministro de Defensa en una manifestación de la AVT y la realísima detención ilegal de dos militantes del PP acusados en falso de haberle agredido. Claro que Alonso fue el responsable máximo de aplicar las fórmulas chequistas en el orden público y Conde-Pumpido lo fue de emular al fiscal de Stalin en los procesos de Moscú, el famoso Vichinski, con su asombrosa definición del delito por el que fueron ilegalmente detenidos y mediáticamente linchados los dos inocentes militantes populares: «actitud vociferante». Qué maneras apuntaba ya Candidinski. No sé cómo no nos dimos cuenta.

Aunque con las nuevas revelaciones sobre el accidente del helicóptero Cougar en Afganistán, el caso Bono son ya dos casos.

Y si contamos lo de Haití, incluso tres. Empezando por lo último, ya que a los medios españoles no parece interesarles lo más mínimo las aventuras de nuestras tropas entre los muertos vivientes de Papá Doc, pocas hazañas más heroicas, en el sentido zapaterino y bonístico del término, que esta retirada de Haití a cencerros tapados, tras servir eficazmente a los generales brasileños en su misión de rescatar a los haitianos de sí mismos. Misión imposible, huelga decirlo.
Pero, ¿cómo pedir ahora ayuda internacional para Haití cuando hasta los ejércitos iberoalgos huyen despavoridos, frustrados, estafados o aburridos? Por supuesto, sabemos que si Polanco dice que hay que ayudar a Haití igual que ayudamos a Hamas, el Gobierno hará su voluntad y seguiremos derrochando euros en inversiones educativas y sanitarias, o sea, eductrativas y sanitrativas.Pero a los países huérfanos de PFFR (Poder Fáctico Fácilmente Reconocible), ¿quién les saca un duro para Haití? ¡Con lo bien que le había quedado a Bono en Afganistán el discurso de Militares y Enfermeras sin Fronteras!

También le quedó muy campanuda, en ese peculiarísimo modo de explicarse que hace las delicias y el negocio de todos los humoristas, la explicación sobre el supuesto accidente del Cougar, 17 muertos, achacables a no se sabe qué, aunque se sugería que a fallo del piloto.

Pues ahora resulta que de accidente, la mitad de la mitad. La Cope ha revelado que la orden de silencio a los que iban en el segundo helicóptero y no sé si su despiece se debe a que, en el informe oficial, los supervivientes del siniestro aseguran que el primer helicóptero fue derribado, que ellos se salvaron por poco y que, tras tomar tierra, anduvieron a tiros con los que presuntamente derribaron al primero.

Por ahí iban las declaraciones de los familiares de los muertos, pero el ministro impuso la mordaza.

Espero que el PP le reserve el caso Helibono a Federico Trillo.Ya le toca.