Comentarios Liberales (LIV)

Liquidacionistas

FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS

13/02/2006

Zapatero no es un apaciguador, al modo de Chamberlain y la inmensa patulea de bienpensantes de derechas, centristas de centro, dialoguistas o dialogueros de izquierdas que de Londres a Nueva York pasando por todas las patronales y continuando por casi todos los periódicos «de referencia» se rindieron ante Hitler en Múnich y, si falta hacía, lo convencieron de que Europa estaba ya madura para su dominación. En realidad, la Alianza de Civilizaciones no es una simple adaptación zapaterina del espíritu de Múnich sino algo peor: la traducción kakoffiana del «Diálogo de Civilizaciones», una fórmula de rendición, vía apaciguamiento, inventada por el Irán de los ayatolás (de todos ellos, desde Jomeini a Ahmadineyad pasando por Jatamí y Jamenei) para destruir Occidente por dentro.A los ayatolás no les funcionó en su momento, pero a Zapatero sí. O sea, que ZP ha conseguido que les funcione a los ayatolás.

La tiranía islámica iraní niega el Holocausto, al que proclama «mito sionista», y anuncia su propósito inquebrantable de destruir el Estado de Israel, algo sólo factible mediante la masacre de 12 millones de judíos, el doble que Hitler. Pero al führer le faltaron el islam y las armas nucleares, novísima herramienta teológica para lograr un antiquísimo propósito, no en balde el antisemitismo es más viejo que la gripe aviar. Tampoco es nuevo que, para amedrentar a Occidente, Irán y Siria monten el numerito de las caricaturas de Mahoma, exitazo de agit-prop digno de Münzenberg y Goebbels, que nos devuelve a Múnich: Occidente está maduro para su liquidación. Pero en esa campaña de amedrentamiento, la quinta columna infiltrada hoy en las democracias occidentales la compone toda una legión de chamberlaines, daladieres y ladies Astor. Zapatero no ha sido simplemente un apaciguador sino que, como Ben Chirac y otros roedores, ha tomado abiertamente partido por el islamismo y contra nuestra libertad.

Aún estamos esperando que ZP y el turco Erdogan, un islamista condenado a la cárcel por «incitación al odio religioso», firmen una carta como la reciente suya contra los humoristas daneses, pero ahora condenando el asesinato del sacerdote católico Santoro a manos de un joven turco, irritado por la libertad occidental para satirizar políticos e instituciones, ideas y creencias.Esperemos sentados. En lo que se refiere a la lucha contra el fundamentalismo islámico o contra el separatismo etarra, Zapatero es un liquidacionista, dispuesto a entregar sin lucha la plaza que juró defender. ¿Que por qué no llamarle «vendepatrias», fórmula clásica en la izquierda? Si acaso, «saldapatrias», porque lo suyo es saldar o regalar, nunca vender. Lo de Endesa anuncia lo de la ETA.