Comentarios Liberales (XXI)

Interés ético

FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS

14/12/2005

Que los políticos traten de engañarnos es normal. Que traten de llevar el agua a su molino es lógico. Que exageren sus virtudes y minimicen o nieguen sus defectos es parte del teatro representativo de las democracias, hasta ahora nunca mejorado por las dictaduras.Hay una lógica del poder y otra de la oposición, y una conducta propia del gobierno y otra de los medios de comunicación que deben buscarle las cosquillas. Eso es lo normal y lo sano. Pero hay dos cosas que políticos y periodistas deberían respetar: las reglas morales básicas que obligan al político a dejar el cargo si le pillan abusando de su poder, por ejemplo en el caso del supercrédito de la Caixa al ministro Montilla, y no dar noticias para hacer dimitir a un ministro sabiendo que esas noticias son falsas. A esto habría que añadir en todos los casos, como ley no escrita pero sagrada, una mínima pulcritud intelectual en las actuaciones del Gobierno para que el discurso político no se abarate y bastardee hasta conseguir que nos avergoncemos de nuestros representantes.

Esto último es lo que está sucediendo con nuestra política exterior, que de la mano de Desatinos y con la inestimable ayuda del presidente del Gobierno ha pasado de lo criticable a lo bufonesco. La gira africana de Desatinos y Pajín, que ha apartado al ministro del debate sobre los presupuestos de la UE y de una reunión sobre la OTAN a cambio de entablar otra guerra con Bono por la supuesta venta de armas a Angola, es un modelo de esa incuria intelectual que abochorna al ciudadano y/o contribuyente. Desatinos ha dicho dos cosas difícilmente conciliables: que estaba en Africa para defender los intereses de España, que no están sólo en Europa, y que los que le critican es porque «no tienen la misma sensibilidad política y el mismo compromiso ético». O sea, que el Doctor Curringstone quiere posar como defensor de nuestros intereses materiales y, al mismo tiempo, como desinteresada oenegé moral, sector Pajín... Aspira a ser empresario y misionero, heraldo del beneficio y adalid del regalo, príncipe de la codicia y reyezuelo del dispendio.Vamos, que, como decían nuestros tatarabuelos, quiere estar al plato y a las tajadas. He aquí la frase sublime de Desatinos: «Desde luego, los europeos son los más importantes porque este Gobierno es europeísta, pero también tenemos que traer los intereses que nos afectan a los españoles y había una urgencia y una necesidad de, por primera vez, ocuparnos de aquellos que sufren, que reclaman solidaridad, y aquellos que pueden afectar a los intereses y a la estabilidad española». Si no fuera por ese latiguillo de «por primera vez», estaríamos ante una bobada innecesaria pero llevadera. Lo insufrible es que un tipo tan escandalosamente incompetente pretenda, encima, darnos lecciones de ética. Eso ya me parece demasié.