Friday, November 18, 2005

Comentarios Liberales (III)

Si fuera Caja

FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS

18/11/2005

El grado de corrupción a que ha llegado la política catalana tras un cuarto de siglo de nacionalismo asfixiante es, sencillamente, pavoroso. Pero que nadie presuma de virtud ni cante victoria moral porque lo que sucede en esa parte (aún) de España es que se han extremado las peores costumbres del resto, desde el terror vasco y navarro al clientelismo andaluz y extremeño. Y aunque la salud pública fuera excelente, que no lo es, el contagio resulta inevitable, porque sobre ese monumento tripartito a la corrupción se asienta el Gobierno de ZP. EL MUNDO ha demostrado que el PSC y ERC, los dos apoyos fundamentales del inquilino monclovita, están prácticamente a sueldo de la Caixa. Pero nadie del partido de Maragall ni del de Carod piensa dimitir tras descubrirse esa financiación ilegal, esa adquisición de sus servicios por un inmenso conglomerado financiero-industrial, a cambio de favorecer sus intereses frente a otros competidores.

Peor todavía: Mas, heredero de Pujol (al 3% TAE), ha dicho tras descubrirse tan hedionda charca que a sus conciudadanos no les interesan esas cosas, que ni mentarlas. O sea, que la presunta alternativa al tripartito dice que no se debe luchar contra la corrupción, ni criticar que los políticos estén a sueldo de cajas o bancos, además de los ciudadanos, porque, según este noble patriota, a la nación no le importa que le roben. «No hemos querido hurgar porque no interesa a la ciudadanía», proclama Mas. Y en el caso de que eso fuera cierto, de que se hubieran resignado a la corrupción o corrompido con sus líderes, como en México, ¿no le importa al propio Mas? ¿Y a esos clérigos cerbatana que rinden culto al nacionalismo? ¿Tampoco les importa que se proclame como verdad oficial que a nadie le importa la corrupción? ¡Eso sí que es denigrar al pueblo catalán! ¡Eso sí que es insultar a los ciudadanos después de robarles! Bien es cierto que según las encuestas, el respeto es mutuo: en un par de años, los del tripartito, el número de catalanes asqueados con la política o desengañados de todos los partidos ha pasado del 13 % a casi el 40%. Mérito que también pueden atribuirse esos medios de comunicación barceloneses cuyo único empeño es cantar loas a la tribu y ocultar su corrupción. Recuérdese el Carmelo y recuérdese el Estatuto, levantado y ovacionado sobre la ocultación del tres por ciento.¿Y si la Caixa fuera Caja, digamos Cajamadrid? ¿Qué no diría la prensa barcelonesa si fuera capaz de descubrir (su código deontológico parece impedírselo) que Aguirre y Simancas reciben cientos, miles de millones de pesetas para favorecer los negocios de Blesa? ¿Qué no dirían sobre OPAS trucadas y árbitros comprados? La gran diferencia entre Blesa y Fornesa es que, hoy por hoy, los madrileños no toleran tanta corrupción. Pero ojo a la peste de la pasta aviar, que vuela.

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