Comentarios Liberales

Cada día subiré la columna de Federico Jiménez Losantos de "El Mundo". Un baño crítico de las más ardiente actualidad.Cortesía de MIR.

Empezamos con la de hoy:

OPA con onda

FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS

16/11/2005

El Gobierno se muestra satisfechísimo de haberse quedado aparentemente con la jurisdicción sobre la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Como no les vayan a regalar en la poderosa entidad crediticia unos cuantos montillas para enjugar las macrodeudas del PSOE, yo no lo estaría tanto. E incluso si se los regalan, tampoco.Kroes, que es la comisaria de la Competencia, ya ha declarado que aunque la letra de la ley actual y la contabilidad de hace un par de años permiten esa interpretación pactada entre Blair y ZP, no es ése el espíritu de libre competencia que debe regir la normativa de la UE. Lo cual permite a Endesa toda clase de peticiones legales y dilaciones reales de la OPA tanto en Bruselas como en Estrasburgo. Pero es que con Montilla, o sea, el árbitro bajo sospecha, pedir el balón por parte del Gobierno es una temeridad y un desafío al público del estadio. ¿Quién puede creer en la imparcialidad del ministro, de la CNE y demás tribunales y comisiones creados o condicionados por él cuya aquiescencia es necesaria? Nadie. Si esa OPA fue política desde el principio, ahora está más politizada que nunca y la oposición no dejará pasar la ocasión de morder y no soltar la presa.

En los años de posguerra se popularizó como casticismo lo de «dar sopas con onda». Después del descubrimiento del montilla del PSC, la OPA de Gas Natural contra Endesa viene también con onda expansiva, como las bombas, pero lo que puede volar es la ya escasa credibilidad del Gobierno. ZP, a este paso y por mucho apagón televisivo de que disponga o disfrute, sólo va a tener una oportunidad de ganarle las elecciones al PP: no convocarlas. Mientras tanto, la casta política catalanista, que tiene entre sus ritos internos el de la antropofagia estacional, le ha puesto la proa a Montilla por el regalito de la Caixa, aunque sin poner en conexión la corrupción financiera con la gasolina opadora. Ya se ve que para ellos, con honrosas excepciones, la tribu manda sobre la decencia o su apariencia. Ya se demostró en la denuncia del 3% de Maragall contra Mas, sobre la que denunciantes y denunciados, con la colaboración deontológica de los medios de comunicación barceloneses, echaron luego tierra en aras de la omertà. Pero en el Congreso la cosa es muy distinta; y en el Senado, más. Un proyecto que forja un gran monopolio de la energía precisamente en la parte de España que proclama la soberanía de su insolidaridad está condenado a encallar o a desgastar tanto a sus padrinos (ZP, Montilla, Carod y Mas) que corren el peligro del rey Midas: convertir en oro todo lo que tocan, pero, por eso mismo, acabar muriéndose de hambre. Es como si nos enterásemos de que el árbitro del Madrid-Barça cobra de Laporta, decíamos.Y la mayoría de los aficionados españoles fueran -son- del Madrid.