Tuesday, November 22, 2005

Comentarios Liberales (V)

COMENTARIOS LIBERALES

Nostálgicos

FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS

22/11/2005

El primer cómputo del trigésimo aniversario de la muerte de Franco muestra que se movilizaron más periodistas que militantes ultras.Si estos últimos fueron dos o tres mil, yo calculo que los que se movilizaron en todas las variantes, especializaciones, empleos y medios de la comunicación escrita y audiovisual no bajarían de quince o veinte mil. Nostálgicos, lo que se dice nostálgicos del franquismo sólo veo yo a Blas Piñar y a su yerno en el sector minoritario y a los periodistas y políticos progres en el mayoritario.Singularmente, claro, en Cataluña, donde la juerga popular por la muerte del dictador acabó con todas las existencias de cava, de creer a los líderes progresistas, es decir, que progresan adecuadamente en su proyecto de Constitución disfrazada de Estatuto, dictatorial para los catalanes y separatista para el resto de los españoles.

José García Domínguez, que es uno de los mejores columnistas políticos de la España actual, ha tenido la humorada de resumir un florilegio de alegrías convenidas y alborozos retrospectivos de esa casta dirigente, dirigida transversalmente por la Caixa (pregúntenle a Aguiar) y ahíta de satisfacción por ese antifranquismo recuperado que, yo que sí era antifranquista y vivía en Barcelona, no recuerdo en absoluto. Manuela de Madre (Deuda Pública): «Recuerdo el cava, celebrando el fin de una etapa oscura». Felip Puig (Carmelo): «En casa abrimos cava». Caterina Mieras (Sanidad): «Esa noche vinieron amigos a casa y traían cava escondido». Montserrat Tura (Interior): «Recuerdo la celebración en las Ramblas». Carmen Chacón: «Recuerdo con claridad el cava en casa» (tenía tres o cuatro añitos, qué precocidad). En cuanto a 'Rovireche', era la viva negación de la dieta mediterránea: «Esa noche cené tres pizzas y brindamos con cava».

Primer problema historiográfico: el cava no se había inventado todavía. Había champán, vino espumoso, sidra achampanada, sidra a secas, pero cava, lo que se dice cava, imposible. La nostalgia nos extravía a veces, dirán ustedes. Sí, pero ¿a todos? Los que quisiéramos creer en la palabra de los herederos de Maciá y el Doctor Robert, lo tenemos difícil. Segundo: no se puede celebrar alegremente en las Ramblas la muerte del dictador y llevar champán a escondidas. O había libertad o no la había. Por lo que yo recuerdo, no la había entonces para manifestarla y tampoco hoy para decir la verdad. Antonio Burgos, que es antifranquista de cuando vivía Franco, o sea, de la minoría menchevique de ayer frente a la mayoría bolchevique de hoy, ha recordado la soledad y la tristeza de los pocos que le llevábamos la contraria a la mayoría. Porque la mayoría, y eso no lo cuentan los nostálgicos, nos la llevaba a la minoría. ¡Y el cava, sin inventar!

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