Comentarios Liberales (IX)

La exclusión

FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS
28/11/2005

Según el papelito oficial de la cosa, redactado milagrosamente gratis por Kakoffi Annan pero cuya necesaria impresión pagaremos mayormente los españoles, la Alianza de Civilizaciones pretende «contrarrestar la influencia de los grupos que fomentan el extremismo y la exclusión de los que no comparten sus visiones del mundo».Sorprende esa crítica del extremismo en un tinglado donde destaca por parte indígena el más joven de los rectores del franquismo, como si dijéramos el Cebrián de los rectores, o sea, Mayor Zaragoza, que recibió tan agradecida como justificadamente el premio Sabino Arana, fundador del PNV y teórico del racismo más astroso y la xenofobia más abyecta.

Es como predicar la moderación y el diálogo racial tras recibir el Premio Adolfo Hitler. No sorprende menos que por parte exógena participen de ese tinglado pseudoideológico (que Alí Lmrabet ha calificado muy adecuadamente como «farsa») gentes tan, tan, pero tan moderadas como el fundamentalista iraní Jatamí, que está entre Hayek y Habermas. Ahora bien, que se hable contra la «exclusión» en Barcelona y que lo haga el presidente del Gobierno de coalición PSOE-PSC, José Luis Rodríguez ZP, el mismo día en que aparece en EL MUNDO un informe sobre la febril actividad de los mecanismos de exclusión social, lingüística y cultural creados por el Gobierno del PSC, ERC e IUV en Cataluña va más allá del sarcasmo para entrar directamente el terreno de la ignominia.

Si ZP quiere evitar la exclusión, que empiece por los que en España están siendo excluidos de su condición de ciudadanos, y que son los millones de personas que deben obedecer esas normas de aculturación de su lengua materna y su cultura propia que han impuesto a golpe de multa y delación sus compañeros Montilla y de Madre, sus socios Carod y Huguet, y sus hermanos menores, pero no menos rojos, Saura y Tardá. La delación no era un mecanismo legal en España desde la abolición de la Inquisición por la Constitución de Cádiz.

Tan importante resultaba la delación en el funcionamiento del Santo Oficio que a los patriotas gaditanos les bastó abolirla, junto a la tortura, para que toda la institución desapareciera.Pues bien, junto al enaltecimiento de los terroristas torturadores de la ETA y Terra Lliure, lógicamente defensores del proyecto excluyente naZionalista, los socios de ZP han reinstaurado la delación, eso sí, por Internet. A los castellanohablantes se les prohíbe hoy en Cataluña la escolarización en su lengua materna pese a ser un derecho constitucio-nal, se prohíbe en Tarragona a los profesores dirigirse a los alumnos o a sus padres en español, se multa tras denuncias anónimas a los comercios no rotulados en catalán, y, claro, se quiere cerrar la Cope, el medio que más denuncia este despotismo, tan útil a la corrupción.¡Y ZP denuncia la exclusión!